POV NARUTO
Asustado, enojado, histérico y con ganas de ir al baño, empecé a correr como loco en dirección a la casa de Sasuke. Había pasado una media hora desde que salí, cuando lo hice a los cinco minutos me encontré con ese maldito médico y estuve otros cinco minutos hablando con él. Cuando fui a Ichiraku estuve más o menos otros veinte comiendo y hablando con Iruka-sensei. Tiempo más que suficiente para que ese pálido rascacielos llegara a la casa de Sasuke.
Cuando estuve en la puerta de su casa me detuve a descansar todo lo que corrí, jadeaba como perro y sudaba a mares. Corrí poco pero como recién había comido, más el estómago con el que iba, todo se tornó muy difícil.
La puerta estaba mal cerrada y entre sin problemas, silenciosamente. No se veía nadie en la casa, pero para constatarme empecé a caminar por todas las habitaciones hasta que llegué a la de Sasuke.
–... Eso no es necesario. –Pude escuchar la voz de Sasuke hablando.
–Si no lo hago, mañana se te hará difícil caminar.
¿Caminar? ¡Que es todo esto! ¡¿Qué está pasando?!
–Esta ya es la tercera, y te estas demorando demasiado. Hazlo ya...
¿Hacer qué? ¿"Hazlo ya"? Eso suena como... ¡NO! ¡¿QUE SIGNIFICA ESTO?! No, Sasuke no podría... Pero ese maldito estaba muy seguro de sí mismo cuando hablamos antes. ¿Pero qué es eso de la tercera? ¡¿Es que acaso ya lo hicieron dos veces antes?! Maldición... Esto no se puede, ya estoy demasiado ansioso. Tome el pomo de la puerta, lo gire y rápidamente entre en la habitación.
Ahí se encontraba Sasuke, sentado en la cama sin nada de ropa de la cintura para arriba, en la parte inferior, solo se encontraba vistiendo unos boxers. Frente a él se encontraba la jirafa, estaba agachado mientras sostenía una de sus piernas.
–Que están haciendo... –Dije yo sin emoción alguna.
–Oh, ya te estabas demorando. Nunca pensé que me dejarías venir a la casa de Sasuke, así como así. Me sorprendí mucho cuando me diste la espalda y te fuiste. –Dijo el cara de papel volteando la cabeza. En una de sus manos tenía una jeringa y estaba a punto de inyectarla en la pierna izquierda de Sasuke.
–Haah... –Suspiré, por un momento pensé que estaban haciendo otra cosa... Mi mente está mal.
–¿Qué es ese suspiro? Quizás que cosas te estabas imaginando. –Dijo Sasuke mirándome con cara de desprecio.
–Bien, esta es la última. Si sientes algún malestar otra vez, llámame o ve a visitarme a mi consulta. –Dijo gasparin guardando sus materiales en su bolso– Naruto, no nos hemos presentado formalmente. Me llamo Uryū, soy el médico personal de Sasuke.
¿Uryū? Que nombre más raro, es más, él es muy raro. Es muy parecido a Sasuke, solo que es mucho más alto que el, incluso sus voces se parecen. Podría decir que son las mismas.
–Buenas. ¿Ya te vas? –Pregunte yo ignorando su mano, la que me había acercado para estrecharla, pero nunca se me paso por la cabeza tocarlo.
–No seas grosero.
–Ya terminé todo por hoy. Sasuke, hablo en serio. Cualquier cosa me llamas. –Dijo Uryū sonriéndole, me sonrió a mí de la misma manera y se fue.
–¿Era necesario desnudarte por una simple inyección? –Pregunte yo sacando una sudadera y lanzándosela para que se vistiera.
–Me hizo una revisión completa para ver si tenía más hematomas.
