Fin de la función

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Llego el día siguiente.
Bellatrix se despertó y notó como dos brazos la envolvían.
Se giró y vio a Einar, todavía dormido. "Que asco...", pensó.
No negaría que Einar era muy guapo y tenía un cuerpo perfecto, pero su personalidad hacía más que apestar.
Se quitó los brazos de encima con delicadeza.
No quería que viera cómo se vestía.
Se levantó sigilosamente y se puso frente al espejo.

Se acordó de lo mal que lo pasó en cuarto. Cuando estuvo apunto de desnutrirse.
Desde eso había recuperado carne y músculo, y estaba mucho mejor. Estaba mucho mejor consigo misma.
Eligió un vestido negro, y los zapatos igual.
Se vio obligada a ponerse el anillo de boda y un colgante que Einar la tenía que regalar antes de la boda. La verdad es que era bonito. Era metal rígido, que se encajaba el el cuello. Tenía forma de serpiente que se te enroscaba en el cuello, cuyos ojos eran dos diminutas esmeraldas.

Se dejó el pelo suelto y se pinto los labios de gris. Se veía obligada a hacerlo.
Se fijó en la Marca Tenebrosa. Resaltaba en su pálido brazo.
Hoy estaba molestándola especialmente, brillaba más que nunca.
Se la tapó con la manga del vestido y se puso su capa negra.
Se la había regalado su padre cuando tenía 14 años y fue incapaz de despedirse de ella.

Draco Malfoy. Malfoy... Ya echaba de menos su apellido. ¿Por qué la habrían obligado a cambiárselo?
En ese momento entró su tía de un portazo, quizá esperaba encontrarles en una situación comprometida. Pero lo más que podía ver era como su sobrina se miraba en el espejo mientras se retocaba el pelo y como el inútil de su marido roncaba a pierna suelta.

Pensó que, a lo largo de estos cuatro largos años, no había tenido ni un solo roce cariñoso con Einar. Ni un solo beso, ni abrazo ni caricia con su marido.

Su tía despertó de un grito a Einar, que al ver la escena se vistió rápidamente.
Su tía fue a cerrar la puerta para irse, pero Bellatrix la paro y dijo:
-Te acompaño.
-¿No te quedas con Strongwood?
-Ni muerta.

Y su frase era literalmente.

Bajó con su tía. Desayuno. Su último desayuno.

Se preparó cuando unos Mortífagos bajaron a buscar a James.
"Lo haces por James", pensó, "por James...".

En ese momento apareció Voldemort con una sonrisa triunfal.

Dejaron a James delante de él. James no miraba a nadie.
-Coge tu varita. Sé que la tienes.

James le hizo caso y empuñó su varita.
-Así que el primer hijo de Potter... El único mayor de edad... Morirá hoy... ¿No es conmovedor, señora Strongwood?

Bellatrix sonrió como una maníaca:
-Sinceramente, sueño con este momento desde que elegiste a esa... En fin.
Voldemort sonrió contento.
-Potter... ¿Dónde está tu padre?
-No voy a responder a eso.
-CRUCIO.
James no chilló, solo se retorció en la silla.
Bellatrix le admiró.
Voldemort siguió atacándole.
James estaba cada vez más pálido, pero no hablaba.
Bellatrix lloraba por dentro.

-Bien, si no hablas...
Era el momento, Bellatrix se fue acercando disimuladamente a James.
-AVADA KEDAVRA.

James cerró los ojos pero no pasó nada. Los abrio y vio a Bellatrix, tumbada en frente de él. ¿Se había caído? ¡No! Conectó todo de golpe. ¡Ella había hecho de escudo!

Voldemort la miró realmente asombrado.
Einar se acercó al centro y dijo:
-¿Está muerta?
Voldemort miró a James y la dijo:
-Compruebe que este muerta.
James se bajó de la silla y se dirigió hacia Bellatrix. Se arrodilló a su lado con lágrimas en los ojos. No respiraba. La cogió el pulso. Nada.
Pero cuando iba a decirles que había muerto, notó una pequeña corriente en el dedo.

Bellatrix Malfoy y James Potter: enemigos eternos.⛓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora