Capítulo 22

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La cancha estaba cubierta por una espesa bruma color violeta. Los rostros de los jugadores de la Secundaria Zeus no se visualizaban. Sus ojos, eran de color rojo brillante. Sus jugadores invadían el campo de Raimon a una velocidad increíble lastimando a todos los jugadores de mi equipo a su paso. Goenji, Kazemaru, Kido, Ichinose, Tomoyo, Katia, Dakota, todos estaban tirados mal heridos en el suelo. Uno de los jugadores de la Secundaria Zeus se acercó a la portería. De este salía un espíritu de ojos rojos. Hizo un tiro directo a la portería. Hice mi mano fantasma pero no funcionó. Así como mi técnica se hizo añicos yo también lo hice y fue en ese preciso instante que me desperté sobresaltado gracias a la alarma del reloj...

-¡AH!- grité desesperado mientras me despertaba.

Miré a mi alrededor; estaba sano y salvo en mi habitación. Tomé una ducha rápida, desayune y me fui a la escuela. No podemos darnos el lujo de perder el próximo partido...

...

Llegué a la escuela y vi que los chicos estaban reunidos en la entrada viendo como se alejaba Endo. Había una atmósfera tensa entre ellos.

-¿Sucedió algo?- pregunté inocentemente.
-Al parecer Endo perdió la confianza en si mismo.- Respondió Kido. Todos parecían estar preocupados.
-No se preocupen; estoy segura de que ya se le pasará.- Les animé con una sonrisa.

Tocaron el timbre y fuimos a clase. En la primera clase el profesor nos presentó a una nueva alumna. Su nombre era Fuyutsu Amaidesu. Una chica alta, un poco mas baja que Endo, como por sus hombros, de pelo castaño, ondulado y largo hasta la cintura acompañado de un flequillo perfectamente alineado, ojos cafés y piel clara.

Goenji se asombró al verla y, para su suerte, el profesor le indicó que se sentara al lado de Goenji.

...

Las clases pasaron bastante rápido. Como posiblemente no habría practica; el profesor me encargó mostrarle a Fuyutsu la escuela cuando terminaran las clases.

- ¿Nos vamos Fuyutsu-san?-
-Sí- dijo con una gran sonrisa.

Comencé por la entrada, luego los salones de clase, la cafetería. Le hablé sobre algunos maestros y por último le enseñé las diversas canchas deportivas de la institución, terminando con la de fútbol, donde los chicos estaban entrenando.

Una más en el equipoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora