Lagrimas falsas, sentimientos verdaderos, asi se despedio Maria de Dani.
¿Y ahora que? Fue lo que las dos pensamos y ninguna se atrevio a pronunciar.
-¿ como lo supiste?-
- Lo se- le conteste escuetamente.
- ¿ por que te cortaste el pelo realmente?- le pregunte.
- lo necesitaba, esta soy yo realmente, estaba harta de fingir lo que no era, aunque contigo siempre fue más fácil, contigo era yo-
Le sonreí, nuestras aventuras por la playa, nuestros bailes, nuestro beso, no tenía necesidad de que se enterara nadie más, eran nuestros secretos, secretos compartidos que los unian más.
- mira lo que tengo- me enseño un note, de color rojo.
-¿ que es?-
- el cambio que necesito-
Estaba loca, loca de remate.
La observe mientras se lo aplicaba por todo el cabello, observe como el Rubio desaparecía, como ella cambiaba, como sacaba a la luz esa chica que sólo se atrevía a sacar cuando estaba conmigo.
No era la típica rubita de ojos azules, pijita, ahora su pelo reflejaba su carácter, fuerte y con personalidad, aunque la verdad Maria era guapa fuese como fuese.
La bese en los labios.
- Estas preciosa-
-bailemos- dijo
Música alta, bailes locos encima de la cama, muchas risas, polos en invierno del revés, todo muy normal.
Después cansadas nos sentamos en el suelo.
-Bailas mal- me dijo. Debí poner cara de no entender nada porque me aclaro.
-Me gusta, lo perfecto es aburrido, todo el mundo busca la perfección.-
Pero ella era perfectamente imperfecta.
