Me quede observando como se alejaba él coche con la chica a la que quería dentro de él. Tenia mucho frío, Estaba tiritando, pero nada de eso importaba, era mi corazón él que se había congelado en aquel momento. Mi hermano salio a mi encuentro, se quito su abrigo y me lo tendió sobre los hombros. Me abrazo fuertemente por la espalda, sus brazos me daban seguridad, protección, como cuando era pequeña y me cogía en brazos, ya no me tenia que preocupar de nada, él cuidaba de mi, pero esta vez él no podía hacer nada para protegerme.
-Faltan escasos cinco minutos para año nuevo princesa, entra en casa, él año que viene todo se arreglara.- Me dijo con una cálida sonrisa.
La verdad, no me apetecía continuar en la fiesta, pero ya no se podía hacer nada, y no quería fastidiarle él año nuevo a mi familia.
Todo él mundo grito feliz cuando comenzó aquel nuevo año, lanzaron confeti, se escucharon petardos en ma calle, gorros de fiesta, todo era alegría... Pero yo era incapaz de sonreir,no entendía que había ocurrido.
Me fui pronto a la cama, en cuanto acabó él paripé de felitarse él año.
Me dormí empapada en lágrimas, me parecía que todo había sido un sueño, ella había venido a mi casa, ella me había pedido un año mas juntas después su padre se la había llevado. No le llegaban los mensajes, no cogía mis llamadas. Se había esfumado.
Pasaron los dias, y no supe nada de ella. Fui a su casa, las persianas estaban subidas pero nadie me abrió.
Repetí aquello varias veces, siempre con él mismo resultado, con la diferencia de que a veces las persianas estaban bajadas y a veces subidas.
Tanto Sara como mi hermano me dijeron que me tranqullazara, que en unos días empezaría él instituto y la volvería a ver. Pero no ocurrió, ella no volvió al instituto, los profesores nos dijeron que se había cambiado de instituto. No entendía nada, ¿ Donde estabas Maria? No podías desaparecer sin avisar, no podias pedirme un año mas y no dármelo. Maria ¿ Donde estas?