Capítulo 3

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Renée se queda quieta mientras Jérémie hace un discurso sobre la profecía de Renée pero ella no lo escucha.

《...Y por eso nadie tiene que tocarla. Si lo hacéis, sufrireis las consecuencias. La boda será a la noche. Llevad vuestras mejores galas.》

Jérémie coge a Renée de la mano y la lleva hasta Charlotte. Ella le devuelve una sonrisa y le coloca la mano en la espalda para guiarle hasta la habitación de nuevo. Renée no quería casarse y su esposo ya había organizado una ceremonia. Aún no se creía que pudiera pasarle esto. "Es todo un sueño" se decía a ella misma, "mañana te levantarás en tu cama". Corinne vino a la habitación ha ayudar a Charlotte y entre ellas dos prepararon todo para la boda. Un vestido negro como el carbón. Con millones de detalles en plata bordados y un palabra de honor con los hombros desnudos. El radio del vestido, por delante, es de dos metros y por detrás, gracias a la cola del vestido mide por lo menos tres y medio. En la espalda deja ver los homoplatos y todo el tirante que le llega por debajo del hombro y el corsé está hecho con pedrería de diamantes.

Corinne ensayó con Charlotte y su cabello y hacia diferentes peinados. Renée tenía que escoger alguno pero no se decidió por ninguno. Nunca pensó que el día de su boda iba a ser el más desgraciado. Ella simplemente estaba sentada en el banco de debajo de la ventana, mirando el bosque espeso y que estaba lleno de misterios.

《Renée.》la llamo Charlotte.

《Dime.》suspiró sin apartar la vista del bosque.

《La que se casa eres tu, no yo.》le recalcó.

《Ojalá fueras tu.》susurró.

《¡No digas tonterías!》exclamó yendo hacia la ventana junto a ella.
《Todas las chicas quisieran casarse con él. ¿Por qué tu no?》

《¿¡Quizás porque me raptó y obligó a hacerlo?! Esto es una locura. Quiero irme a casa y ver mi familia. Ir al colegio y hablar sobre la ultima canción que ha sacado Adele. ¡Odio los corsés y los tacones! ¡Y odio tener que fingir que todo va bien cuando no lo está!》

《Sé que es injusto pero esto te salvará la vida. Ya lo verás.》

《¿Qué me salvará la vida? ¿Cómo? Solo la habéis empeorado. Yo estaba muy bien antes y ahora descubro que existen demonios y vampiros y todo eso.》

《Necesitas saber la historia. Solo así
te darás cuenta de que estás mejor aquí. Con nosotros.》

《Pues cuéntamela.》insistió la joven levantándose.

《Eso lo debe de hacer tu marido.》

《¿Mi marido? A penas sé cuantos años tiene... No habla conmigo, ni siquiera me toca la mano por más de un segundo. Y cuando estamos solos parece que le incómode.》

《Los hombres son así. Cuando una mujer les gusta mucho actúan como imbéciles.》

Un ruido sobresalta a las dos jóvenes y miran a Corinne con el cepillo del cabello partido por la mitad y una cara enfadada. Charlotte que tonta no es y ha tenido mucha experiencia en su vida la mira inquisidoramente.

《¿Pasa algo Corinne?》le pregunta con un tono serio.

《No, señora. Simplemente es que necesitamos vestirla y peinarla o llegará tarde.》se excusa ella dejando el cepillo sobre el tocador.

Charlotte la mira una vez más mal y luego acompaña a Renée a vestirse. Renée odiaba el negro y en ese castillo  lo era todo. Hasta el día de su boda tubo que ir de negro. Vale, no era tan negro ya que llevaba miles de detalles en plata o diamantes y en conjunto era un vestido precioso pero nunca había visto a una novia ir de negro en su día especial. Aunque tampoco había visto a ninguna novia casarse contra voluntad y en un castillo lleno de monstruos. Después de casi dos horas vistiéndola y arreglando las partes que le podían quedar mal, la peinaron. Le hicieron un moño que dejaba un largo mechón que cayera por su hombro para taparla un poco más. Le añadieron detalles en plata y diamantes al igual que el vestido y eso solo tardó una hora. Solo faltaba maquillarla. Para el maquillaje usaron: carmín rojo pasión y un poco de carbón para hacerle las sobras de los ojos. Renée se preguntó de donde sacaron el carmín pero no dijo nada en voz alta.

La profecía de Renée ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora