Al día siguiente la tribu les entregaron suministros para la vuelta a casa y se despidieron de ellos después de desayunar.
Montaron a sus caballos y galoparon hacia su castillo. Tenían comida, bebida y habían descansado lo suficiente como para tomar un largo camino sin parar.El camino fue silencioso. Renée estaba algo triste por el hecho de volver a su prisión pero ahora tenía algo que antes no: compañía. El hecho de que ahora estaría rodeada por dos nuevos amigos y Jérémie la hacia más contenta.
Pararon una vez para comer y beber agua. Gaspard se quejaba de haber estado tanto tiempo sobrio y después de varias miradas de Marcel, calló. Elvyne y Renée hablaban sobre Philipe y los cambios que habían pasado en su relación. Renée no se atrevió a decirle nada a la elfa sobre los sentimientos erróneos que Philipe sentía hacia ella.
Después de comer volvieron a ponerse en marcha. Una larga caminata fue hasta que llegaron al bosque oscuro. Estaba anocheciendo pero no podían parar ahora que estaban tan cerca de casa. Después de una media hora el castillo imponente se veía en medio de su campo visual.
《Por fin...》resopló Philipe al verlo.
Jérémie pegó una patada en las costillas de su caballo y cabalgó al galope. Todos lo siguieron aunque Renée no tuvo que hacer nada pues su unicornio era bastante inteligente como para saber lo que tenia que hacer.
El puente levadizo fue bajando poco a poco justo a tiempo para que los caballos entrarán sin tener que esperar.
Cuando estuvieron junto al establo bajaron de sus sillas de montar y les dieron las riendas al chico joven que se encargaba de ellos.
Charlotte fue corriendo hacia ellos nada más verlos. Ella abrazó a Renée y esta, torpemente, le devolvió el abrazo. Luego vino Elinor y, ahora sabiendo lo que se avecinaba, Renée la abrazó sin hacer el ridículo.《Jérémie. Debemos hablar.》dijo Charlotte cuando todo estuvo más tranquilo.
《¿Qué ha pasado?》preguntó serio Jérémie.
《Los ángeles. Han venido. Debemos hacer una junta.》concluyó Charlotte sin apartar su mirada preocupada de Jérémie.
《Marcel, da ordenes de que habrá una reunión en la sala principal. Vamos.》le dijo acompañando a Charlotte hacia dentro.
Renée se los quedó mirando sin entender nada. Elinor, que no dejaba de agarrarle la mano, se giró hacia ella para hablarle.
《Tenemos que ponernos al día.》dijo la rubia apartándose un mechón de su cara.
《¿Por donde puedo empezar?》preguntó retóricamente renée.
《Disculpa.》dijo Elvyne poniéndose en medio. 《¿Podemos hablar?》preguntó mirando a Renée.
Renée le hizo un gesto a Elinor y se giró hacia Elvyne.《Quería despedirme.》dijo la elfa con una mueca dura.
《¿Despedirte? ¿Por qué?》preguntó asustada.
《Yo no vivo aquí. Debo seguir mi camino.》dijo Elvyne tensándose y marchándose.
《¡No! ¡Espera!》gritó Renée parándola.
Ella corrió hacia donde Elvyne había avanzado. La elfa se giró y la miró esperanzada. Renée y ella intercambiaron miradas y la pequeña humana la abrazó. Elvyne dura en su sitio le devolvió el abrazo torpemente. Las dos se separaron y Renée sonrío con dulzura.
《¿Cómo puedo dejarte ir después de lo que hemos vivido?》le preguntó sonriendo con ternura.
《Renée. Te debo mi vida. Si me lo pides, me quedaré contigo, pero si no quieres eso, me iré por mi cuenta.》dijo la joven sonriendo sabiendo cual seria la respuesta.
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La profecía de Renée ©
FantasiaEsta historia está ambientada en Francia en el año 2016. Renée Caitlin es una chica de 17 años que vive en París. La parisina tiene una vida simple y sin emociones hasta que un día, ella y su familia van a un parque natural donde hay un laberinto...