Una vez de pie, Renée miró a la chica pálida en la oscuridad de la torre. Le hacía un poco de miedo. En sus ojos había oscuridad pero de algún modo eso no le hacía miedo. Lo que le hacía miedo era el porqué las otras dos chicas le habían hecho caso al instante. Debía de ser alguien importante o alguien muy peligrosa.
《Gra-gracias.》agradeció Renée.
《No hay de que. No se lo tengas en cuenta, son unas necias.》su voz es tan tranquila y floja que parecen suspiros.
《¿Qué querían?》pregunta Renée sacándose el polvo de la falda.
《Están celosas. Eres la nueva esposa de Jérémie. Y en teoría los dos estáis enamorados. Aunque tendrías que tener más cuidado cuando te reúnes con tu amante. Puede ser que te vean indeseados.》dice ella mirándola con ojos angelicales.
《¡¿Amante!?》exclamó con sorpresa.
《Sí. Philipe. Acabará muerto por tu culpa.》su voz era aguda y débil.
《¡El no es mi amante!》dijo esta vez enfurruñada.
--Lo tenía que haber imaginado cuando lo único que hacías era disparar flechas.-- dijo ella con la ceja arqueada.
《¿Cómo lo sabes?》preguntó curiosa y enfadada.
《Me gusta la noche. Siempre estoy despierta.》se encogió de hombros.
《¿Entonces, que haciáis si no era una reunión de amantes?》separó la mirada de la ventana y la miró.《No te lo puedo decir.》dijo recordando que nadie tenía que saberlo.
《¿Es un secreto que tienes con Philipe?》preguntó haciéndose la tonta.
《Exacto.》dijo ella orgullosa.
《Eso es casi peor. Peor que estéis enamorados...》dijo ella convenciéndola para que le contara.
《Me está enseñando a usar el arco.》dijo finalmente nerviosa.
《Lógico. ¿Y por qué?》preguntó ella poniéndose cara a cara.
《Yo se lo pedí.》dijo Renée defendiéndole.
《¿Por qué?》preguntó con el ceño
fruncido.《No lo sé. Quise saber utilizar un arma.》se encogió de hombros.
《¿Quisiste tú o te convenció él?》preguntó con una sonrisa.
《Quise yo. Creo...》dudó la chica.
《Ah...》dijo ella apunto de salir de la torre. 《Yo de ti, iría con cuidado. No hay muchos que le gusten compartir hogar con un ser como tu.》
《¿Tu también piensas así?》preguntó decepcionada.
《No. Me caes bien, por eso te aviso.》le confesó la vampiresa.
《¿Estás diciendo que Philipe es peligroso?》preguntó preocupada.
《¡¿Philipe!? No. No mata ni a una mosca. Hablo de la gente que se esconde en la oscuridad para atrapar pecadores. Recuerda: nada es como piensas. Un demonio puede sentir amor y una hada odio.》luego de decir eso, la chica desaparece de su vista.
(...)
Pasaron los días y Renée cumplió su promesa con Philipe. Cada día iba al amanecer a practicar arco, espada y daga. Cada día lo hacía mejor ya que los elfos son muy buenos en esas armas. Jérémie no se daba cuenta y la vampiresa no hablo nunca más con ella. Todo iba bien dentro de lo que cabía.
Un día Renée paseaba por el adarve cubierto que envolvía una parte de la muralla y a lo largo vio algo que le llamó la atención.
Renée salió corriendo y paso el puente levadizo. Nadie se percató de que estaba abandonando el castillo.
ESTÁS LEYENDO
La profecía de Renée ©
FantasiaEsta historia está ambientada en Francia en el año 2016. Renée Caitlin es una chica de 17 años que vive en París. La parisina tiene una vida simple y sin emociones hasta que un día, ella y su familia van a un parque natural donde hay un laberinto...