Girls Like Girls

Capítulo 2

Una vez que llegamos a Nando's nos distribuimos en varias mesas, ocupando la mayoría del lugar.

Segundos después uno de los chicos fue a pedir el 'especial jóvenes', este consistía en una rebanada de pastel de manzana junto con un frappé.

—No nos reuníamos así hace tiempo —dijo Alisson después de algunos minutos de silencio.

—Los tiempos cambian Alisson, las personas cambian —respondí.

— ¿En qué momento maduraste tanto? —rió.

Solamente me límite a rodar los ojos, Alisson siempre había sido así. Un día podía comportarse como la persona más madura que hubieras podido conocer, y al siguiente podía ser la niña más caprichosa e inmadura del mundo.

Mientas llegaba la orden que habíamos pedido hace unos minutos, decidí revisar mi móvil, pude ver que tenía una notificación 'nueva solicitud de amistad'.
Segundos después la abrí, el nombre de la chica era 'Alaska Johnson', no era fea... Parecía una chica divertida pero reservada a la vez, todo lo opuesto a mi.

Pensé: '¿porqué no?', así que presioné la opción aceptar solicitud.

—Darcy, ¿estás escuchándome? —la voz de Alisson me saca de mis cavilaciones.

— ¿Eh? —dije desviando la mirada del móvil.

—Oh mierda siempre es lo mismo contigo —musitó algo irritada.

—Lo siento Alisson, tengo cosas más importantes en la vida que escuchar los chismes de la vida de los demás —espeté.

Me miró con cara de indignación, disparando las cejas hacia el cielo.

—De acuerdo —respondió cortante.

Un largo suspiro brotó de mi garganta, me llevé los dedos hacia el puente de la nariz en respuesta de un gesto de irritación.

—Eres tan pesada Alisson —fue lo único que dije.

No hubo respuesta de su parte, solamente se limitó a incorporarse de su lugar para retirarse hacia otra mesa.

— ¿De nuevo se ha molestado? -preguntó Michael. Era uno de los pocos chicos que aún tenían dignidad en el instituto.

—Ajá —respondí sin mucho interés en el asunto.

—Ya se le pasará —dijo—. Siempre es así.

—Algún día se hartará de mi actitud Michael —solté casi en un susurro—. Al final todos se hartan y se van.

—Yo no —sonrió.

Lo miré fijamente y una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios.

—También te irás, ya lo verás —le guiñé un ojo—. Y yo me encargaré de eso.

— ¿Acaso te gusta la soledad? —preguntó—. Siempre tratas de apartar a todos.

—Tarde o temprano me quedaré sola Michael, mejor acostumbrarme de una vez, ¿no? —levanté ambas cejas hacia el cielo.

—Como quieras —respondió dando un suspiro—. ¿Después de Nando's a dónde irás?

—A casa.

—Mientes —musitó.

— ¿Qué?

—Irás a dar una vuelta por ahí en tu moto, después te quedarás en algún parque cercano y fumarás, lo que siempre haces —se encogió de hombros.

— ¿Acaso me espías? —reí.

—No —sonrió—. Aún soy de esas pocas personas que te conocen más de lo que crees.