Capítulo 10

273 14 8
                                    

Estos últimos dos días había hablado todo el día con Alaska, no quería siquiera separarme del móvil.

Así que... Hoy, ¿eh? —suelta Alaska mientras sonríe.

—Hoy —replico.

No sabes las ganas que tengo de verte —dice.

—Llegaré en cuanto el primer vuelo salga —espeto—, no sabes las ganas que tengo de abrazarte —no puedo evitar sonreír.

Te esperaré con ansias —sonríe.

—Vale, adiós. Te amo —suelto con una sonrisa de oreja a oreja.

También te amo —dice y finaliza la llamada.

—Ustedes dos son tan cursis —dice Alisson después de unos segundos.

— ¿Podrías callarte un segundo? —mascullo.

—Bien —levanta las manos mientras termina de acomodar la poca ropa que contiene mi maleta—, he terminado con esto.

—Gracias, por todo —sonrió—. Y lamento a veces tratarte como la mierda.

—No guardo rencores —dice restándole importancia al asunto—, está bien.

Asiento y término por acomodar algunas cosas extra en la maleta.

— ¿No quieres que vaya contigo?

—No, este un viaje... 'Especial' —digo remarcando la palabra.

—Vale, vale —niega con la cabeza.

— ¿Qué?

—Estoy segura que follarán —musita.

— ¡Alisson!

— ¿Qué? —dice aún riendo—. ¿O me lo negarás?

—No lo sé —respondo sin mirarla.

Ella aún no ha parado su risa, al contrario, se ha vuelto aún más fuerte.

En ese momento mi padre entra por la puerta de la habitación.

—El próximo vuelo a Londres sale en dos horas.

—Vale papá, gracias —esbozo una sonrisa. Alaska me había dicho que vivía en Londres, Inglaterra. Era un país que nunca había visitado antes, así que tenía grandes ansias por conocerlo finalmente.

— ¿Nerviosa? —me dedica una sonrisa mientras se adentra por completo en la habitación.

—En lo absoluto —respondo.

—Sé que lo estás Darcy, es un lugar nuevo para ti, no conoces nada de Londres y de repente vas sólo por una chica —dice—. Debería ir contigo.

—Estaré bien papá, lo prometo —espeto.

—Si algo te pasa, está bajo tu responsabilidad —me señala con el dedo índice—, Eres igual de terca que tu madre —suelta mientras me abraza—, cuanto has crecido... Y pensar que sólo hace unos días tu eras quién cuidaba de mi.

—Basta papá —digo y me aparto para mirarlo. En ese momento lo tomo de la cara y planto un beso en su coronilla—, siempre serás el único hombre que voy a amar de verdad.

— ¡Oh Dios, son tan lindos! —la voz de Alisson me hace sobresaltar en mi lugar.

— ¡Mierda Alisson! —chillo—, ¡debes dejar de hacer eso!

—Tu conciencia no te deja tranquila —ríe.

—Cállate —espeto y no puedo evitar reír yo también.




Girls Like Girls Donde viven las historias. Descúbrelo ahora