CAPÍTULO 21: El último vistazo

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Punto de vista de Wendy:

Noah está muy raro. Se fija en cada detalle de Manhattan como si fuera la primera o última vez al ver la isla.

- Parece como si nunca hubieras visto las vistas de tu ciudad - bromeo.

- No las volveré a ver en mucho tiempo, Wendy - dice mientras se adentra en la cocina.

- ¿Como que en mucho tiempo? Si vives en Brooklyn...- le aclaro. Pero no responde - ¿me vas a decir por una vez por todas que te pasa? ¿Tan grave es?

- No es grave - dice.

- Y entonces, ¿por qué no me lo dices? - Se queda un rato pensando.

- Es muy difícil - hace una pequeña pausa y continua - de veras me cuesta, no se lo he contado a nadie. Y no lo voy a contar ahora.

- Siempre me quedaran tus tíos - le amenazo - y James...

- Mis tíos no te dirán nada - replica.

- ¿Tú crees? - se queda un rato pensando y se sienta a una silla de la cocina.

- Está bien, está bien - dice llevándose la mano a la cabeza. ¿Enserio me lo va a contar?

- Verás, ¿cómo te lo cuento? - Dice mirando al suelo.

- Tu tranquilo, relájate, las palabras saldrán solas - intento tranquilizarlo.

- De pequeño - traga saliva - nací en una habitación. - ¿Ha acabado?

- ¿Eso es todo? - le pregunto.

- Mi madre fue secuestrada a los veinte años. Y me tuvo en esa habitación. Encerrado hasta que cumplí los siete años. ¿Te imaginas no poder ver ningún ser vivo del exterior excepto una hoja que estaba encajada en la claraboya?

- ¿Qué animal es capaz de haceros eso? - le pregunto llevándome la mano a la boca.

- No tengo ni idea Wendy. Aun no lo sé - no tengo palabras para describir su posición actual, está sentado clavando la mirada en el suelo, como si le hiciera miedo mirarme.

- ¿Qué pasó cuando cumpliste siete años? - le pregunto.

- Yo y mamá ingeniamos un plan, pero ya no me acuerdo de cual era. Solo recuerdo como empecé a correr y a correr y el secuestrador me seguía, hasta que encontré a una persona que me ayudo a librarme de él. Luego... - volvió a tragar saliva - miles de personas preguntaban donde estaba mi madre - Noah se detuvo. Creo que esta llorando. Pobrecito...

- Y no te acuerdas donde estaba ¿verdad? - le pregunto para que le sea mas fácil hablar. Solo asiente la cabeza.

- No me acordaba de nada, recuerdo como me presionaban policías, bomberos, preguntándome donde estaba mi madre, cómo era el sitio, pero más que pensaba no me acordaba de nada. Solo esa claraboya que había en el techo.

- ¿Y tu madre sigue encerrada allí? - pregunto, a lo que también responde asintiendo la cabeza.

- James dice que esta muerta - dice limpiándose una lágrima. Le debe de costar mucho hablar sobre esto.

- No le hagas caso a James, a mi tampoco me cae bien - bromeo, por lo menos le sacado una sonrisa.

- Me tengo que ir - responde vagamente.

- Una sola pregunta - le digo.

- Dime - dice levantando la cabeza por primera vez.

- ¿Cómo te sentiste al salir de esa habitación? ¿Al ver al mundo por primera vez? - me mira de una manera que parece que supiera que le iba a preguntar.

- Esa fue la mejor parte de todas. Mamá me crio diciéndome que todo el mundo que existía se encontraba en esa habitación. Ese era el único lugar del mundo. Me dijo que no había nada más allí fuera para no ilusionarme de que iba a salir algún día. Al escaparme recuerdo lo asustado que estaba, pasaban coches sin parar, lo que yo no sabía que eran, estaba lleno de hojas como la de la claraboya por el suelo, había arboles que sus ramas llegaban hasta el cielo. Así -dijo como si hubiera acordado algo - el cielo, solo pude ver un pedacito del cielo, per cuando me escape debo de admitir que me daba miedo, era gigantesco y azul - dice con una leve sonrisa - era como si pisase otro planeta, no conocía a nadie, no sabía ni qué era un simple arbusto. Fue una sensación... rara al desconocer todo lo que te rodea.

- Vaya Noah... tu historia es increíble.... Tu madre y tu también - me dedica una sonrisa y me da un beso en la frente, y me susurra " tu si que eres increíble Wendy Miller" coge sus cosas y veo como se despide y sube en el ascensor.

Desde el comedor vuelvo a ver las vistas de Manhattan y sonrío para mis adentros. Un momento... él me dijo que era la ultima vez al ver la isla en mucho tiempo, ¿por qué dijo eso? No importa ya se lo preguntaré mañana.

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