EL LADRÓN DE WALL STREET

CAPÍTULO 11: Luces, cámara y acción

Foto del capítulo: Jennifer Carter y Wendy Miller

Punto de vista de Jennifer Carter:

Ben esta resultando muy amable conmigo. Primero pensaba que era un acosador pero hay que admitir que tiene ese toque de humor que tanto nos gusta a las chicas.

No sé por qué Amanda quería el número de Wendy; se lo he dado yo a Ben y él se lo ha pasado a Amanda. Wendy odia que hable de ella a los desconocidos. Pero supongo que estos son sus nuevos amigos.

Son las 20:46, estoy enfrente del bloque de Wendy. Veo a Nick, el portero del edificio.

- ¡Que hay de nuevo Nick!, ¿Wendy está en casa? – le pregunto, mientras él ordenaba unas cartas.

- Si, ha llegado hace rato, corriendo un poco desesperada - ¿corriendo desesperada? ¿Qué habrá pasado con Noah?

- Vale, muchas gracias – digo sin dejar de pensar en lo último que ha dicho.

El ascensor se abre en su salón. Su casa luce fantástica como siempre. "¿Wendy?" grito.

- Estoy aquí arriba – dice una voz.

Subo a su habitación. Como siempre, esta viendo Netflix.

- ¿Cómo ha ido con Ben? – dice sin dejar de mirar la pantalla.

- Oh no, empezamos por ti – digo cruzando los brazos – ¿qué hacías por la calle como una desesperada? – se ha puesto blanca, eso significa que es verdad.

- ¿Me has visto? – dice nerviosa.

- No, Wendy, no te he visto, ¿pero que ha pasado? – digo.

- ¿Quién se ha chivado? – dice con una voz de psicópata.

- Tranquila, solo te ha visto el portero – se relaja.

- Me colado en casa de Noah.

- Que has hecho ¿qué? – digo sorprendida.

- Ya me has oído – dice agachando la cabeza.

- Wendy Miller rompiendo las reglas... ¿qué llevaba ese té robado? – digo con burla.

- Es que, había una llave bajo el felpudo... así que una cosa llevo a la otra... – dice mordiéndose las uñas, si que esta nerviosa, si.

- ¿Qué cosas?

- Pues condones sabor a fresa y marihuana - ¿qué?

- ¿Qué? ¿Encontraste condones y marihuana? – digo sentándome en la cama.

- Si... - dice, parece arrepentida.

- ¿Por qué te sientes tan mal? Es normal en un chico – le digo, pensando en todos mis exs.

- Ya pero no es normal en Noah... -dice, en vez de arrepentida, parece decepcionada...

- En especial Noah, Wendy él ya tiene por naturaleza ese aire de mujeriego – le digo con la máxima delicadeza del mundo – además, ¿por qué has hurgado tanto en el cuarto?

- No sé, supongo que quería conocerlo mejor – hace una pausa y sigue – y lo peor es que estuve en un momento que no tendría de haber estado.

- ¿En cual? – pregunto con curiosidad.

- Sentí una llamada telefónica, pero era muy particular, el hombre que había en el otro lado hablaba formal y seriamente. Hablaban de no sé qué de un secuestrador, y si Noah reconocía la voz de este, él le dijo que no recordaba ni su aspecto. Luego el colgó el teléfono, y empezó a llorar. Luego sentí un golpe, y se cayó algo, así que supuse que había dado un puñetazo en la pared, y se retorcía aun más por el dolor. Luego se fué, y salí por la ventana.