CAPÍTULO O6: El chico del pupitre de enfrente

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Foto del capítulo: Noah Andersen

Punto de vista de Amanda

- ¿Estáis seguros que era ella? - dice Colin

- Segurísimo, era su pelo, su cara, hasta su ropa de esta mañana - dice Noah

¿Por qué se ha fijado tanto en ella? ¿No le gustará? No sé porque me molesta tanto, ni siquiera me gusta Noah.

- Si que era ella si - afirma Ben, volviéndose a sentar en la mesa.

Noah se gira a la puerta de la salida, ¿por qué le preocupa tanto?

- Hay que decir que esta bastante buena - dice Ben.

- Tienes razón - dice Noah haciendo que todos rían.

- Me refiero a la rubia - dice Ben. Todos se quedan en silencio.

- ¿A la que ha abierto la puerta? - finalmente me incorporo al diálogo.

- Si, esa misma - dice Ben.

- Ni me he fijado - dice Noah.

- Yo tampoco - dice Colin.

Me levanto de la mesa, espero que Noah me persiga, pero él no lo hace. Supongo que ya no está enamorado de mi tanto como lo estaba antes. Por una parte es mejor, ya que hubo un tiempo que Jake lo quería pegar, pero ahora parece cambiado. Me giro, me esta mirando, siento mucho que el sentimiento no sea mutuo... pero Noah me tiene que entender.

*

Punto de vista de Wendy

Hace tanto frio que no me puedo ni levantar de la cama. Miro el despertador son las 07:06. Mierda, mierda, llego tarde mi primer día de clase. Un momento, en el nuevo instituto empiezan media hora tarde.

Después de almorzar, toca la ropa, es el primer día, así que es un factor súper importante. Elijo ropa negra, para destacar lo mínimo, y cojo una bufanda negra también. Son las 07:27, no me da tiempo a maquillarme, así que cojo la mochila y me voy.

Hace más frio del que pensaba, me cierro la gabardina. Miro el móvil no hay ningún mensaje de Carter, debe de estar en clase. Llego a las grandes escaleras, doy un suspiro y me adentro en el instituto. Hay muchísima gente, suerte que nadie me mira. Saco los papeles que le ha dado el director a mi madre, me toca la taquilla 503. Me acerco a ella, es más grande de lo que me imaginaba. Dejo todos los libros, menos el de historia, que me toca la siguiente hora. Gracias a los papeles del director, me he sabido ubicar, estoy delante del aula 311, donde haré historia y geografía hasta que me gradúe. Entro, aún no ha tocado el timbre. Esta lleno de pupitres y posters en las paredes, cada pupitre separado entre si. No sé en que pupitre sentarme, de repente, suena el timbre. Empiezo a mirar a mi alrededor, ¿dónde me siento? Oigo una voz, muy familiar. Es la chica que me curó las rodillas.

- Te puedes sentar a mi lado - dice con una gran sonrisa.

Esta chica nunca parará de salvarme la vida.

- Muchísimas gracias, te lo agradezco mucho - digo sonriendo por primera vez en toda la mañana.

- No hay de qué. ¿Cómo van tus rodillas?

- Muy bien - río.

- ¿Vas a estudiar aquí? ¿Durante todo el curso, verdad? - dice mirando a la puerta, como si estuviera esperando alguien o algo.

- Si, eso tenía pensado - le digo también mirando hacia la puerta.

- ¿Te mudaste o algo parecido? - dice con curiosidad

- Me expulsaron - digo y pongo los labios en una fina línea.

Abre los ojos como platos y de repente entra el profesor. Se gira, saca el libro y sin parar de mirarme me susurra:

EL LADRÓN DE WALL STREET Donde viven las historias. Descúbrelo ahora