Magic (Larry Stylinson) {TERMINADA}

Capítulo 11

    Una sombra de confusión atravesó el rostro de Louis, sorprendido por la proposición. Meditó la respuesta unos segundos, que a Harry se le hicieron eternos, para responder finalmente:

    -Bueno, si me lo pides así.

    Una amplia sonrisa iluminó el rostro de Harry, que abrió la puerta y salió contento del coche. Al otro lado, Louis le imitó y siguió al rizado al interior de la casa. Subieron rápidamente a la segunda planta, sin detenerse apenas en la primera, y el ojiverde le enseñó con timidez la habitación al mayor, que se paseó curioso por el dormitorio, examinando con interés los pósters y fotografías que adornaban las paredes.

    -Te gusta mucho la música, ¿no?-comentó el castaño en voz baja mientras se giraba para mirar a Harry.

    -Sí-respondió éste-, es lo que más me gusta del mundo. ¿A ti no?

    Louis se volvió de nuevo hacia las imágenes que cubrían los muros y permaneció tanto tiempo en silencio que Harry pensó que no respondería.

    -Me gusta, sí-musitó al fin-. Mucho.

    El ojiazul se volvió hacia el menor de nuevo y posó la mirada sobre la mochila abierta que descansaba en el suelo.

    -¿No tienes deberes que hacer?-preguntó.

    -No muchos-contestó el rizado-puedo hacerlos después, cuando esté solo.

    -Me gustaría verte-replicó Louis.

    -¿Qué interés puedes tener en unos simples ejercicios de matemáticas?

    El mayor no respondió pero siguió mirando al ojiverde con la misma expresión, hasta que Harry se agachó junto a su mochila y sacó de ésta un libro y un cuaderno. A continuación, se sentó sobre la cama e invitó a Louis a imitarle mientras abría la libreta. El castaño se apoyó sobre la colcha, atento a cada movimiento del rizado quien, finalmente, encontró la página que buscaba y dejó el cuaderno encima de la cama.

    -¿Quieres ayudarme?-preguntó.

    -Me temo que voy a servirte de poca ayuda-negó Louis tras echarle un breve vistazo a la maraña de operaciones que surcaba la hoja del cuaderno-. No llegué a estudiar tantos cursos como tú.

    Harry asintió en silencio, tratando de contener su curiosidad por el pasado del castaño. Algo en el tono que había utilizado dejaba claro que las preguntas acerca de aquel tema no serían bien recibidas.

    -¿Quieres que te enseñe?-dijo al final el ojiverde, con una amplia pero tímida sonrisa embelleciendo aún más su cara.

    Louis levantó la cabeza y clavó su mirada en los ojos del rizado, que tuvo que apartarla poco después, invadido por la debilidad que sentía cuando el muchacho de negro le miraba tan intensamente.

    -¿Quieres enseñarme?-preguntó a su vez el mayor, divertido.

    -Sí-respondió Harry seguro, tras levantar la mirada de nuevo y clavarla en los ojos del castaño.

    -Entonces aprenderé principito-prometió Louis sin perder aquella expresión divertida.

    Durante la siguiente media hora, Harry le explicó al mayor las bases teóricas para solucionar los ejercicios y resolvió unos cuantos bajo la atenta mirada de Louis. Éste no tardó en comprender el procedimiento y enseguida comenzó a hacer los problemas sin la ayuda del ojiverde.

    El menor observaba al castaño fascinado, sorprendido de que hubiera aprendido en unos minutos lo que sus compañeros y él mismo habían necesitado varias horas para comprender.