#DAY 5

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Yoongi Pov

Miré a Jimin sentado cómodamente en el sillón, parecía mirar a Taeil pero su mirada estaba perdida.

-Yoongi- Pasó a mirarme serio- ¿podrías explicarme por qué está medio desnudo y esposado a la cama?- Pude notar celos en sus palabras, lo cuál me gustó, porque si me cela es que le importo todavía.

-Jimin, tuve que seducirle para que bajara sus defensas y me dejase entrar en su cas...

-¿¡Entrar en su casa o entrar en él!?- Gritó mirando al suelo, apretando los reposabrazos, con sus puños volviéndose blancos.

Ese repentino ataque de celos por su parte era la cosa más tierna que había visto en mucho tiempo, debía calmar sus celos, y creía saber cómo.

Miré el cadáver con cierto desdén, decidí ignorarlo y atender a Jimin. Me acerqué a él y me arrodillé entre sus piernas, ante su mirada confusa.

-¿Qué coño hac...?- Agarré su miembro agresivamente por encima del pantalón, sintiendo como se endurecía a medida que lo masajeaba-¡Yoongi!

-Sh... Relájate Jiminie- Introduje la mano dentro del bóxer y toqué su excitado miembro. Con mi mano libre acaricié su muslo interno para intensificar sus sentidos.

Gimió, gimió y gimió más, con cada gemido me pedía que no me detuviera, que le tocase más y así lo hice. Quise que estuviera más cómodo por lo que bajé su pantalón de chándal y su bóxer hasta sus rodillas.

Lamí en pequeños círculos su muslo interior, suspiró pesadamente y por fin se dejó llevar.

Agarré su pene, parecía a punto de estallar, como si nunca hubiese eyaculado. ¿Sería posible que fuese virgen a su edad? No es como si conociese a alguien, así que quizá sí siga siéndolo. Aunque sí podría haberse masturbado, a pesar de que Jimin es algo inocente para esas cosas.

-Y-yoongi, q-qué vas ha... ¡Aah! - Lo metí entero en mi boca y chupé con fuerza, él gritó y llevó sus manos a mi cabeza, enredó sus dedos en mi cabello, tirando de finos mechones.

La excitacion que sentía en estos momentos no podía expresarla con palabras, ver a mi pequeño Jimin, no tan pequeño ahora, loco de placer y extremeciendose bajo mis caricias provocaba que mi miembro se pusiera duro casi al instante.

Cualquiera dictaria que estamos locos, es decir, ¡estoy haciendole sexo oral a mi mejor amigo, un hombre, delante de un cadaver!

-Yoongi... - Gimió apretando con más fuerza su agarre sobre mi cabeza, haciendo que mi boca cubriera por completo su enorme erección.

Chupé y chupé asta quedarme sin aliento, masturbe a la vez sus testículo, pegué delicadas mordidas en la parte interna de sus muslos y metí, un poco inseguro al principio, dos de mis dedos dentro de él, provocandole una mezcla entre  sorpresa y excitacion.

-Relájate Jiminie, no hay razon para que estes tan tenso, simplemente disfruta de este momento que te estoy regalando- Susurré poniéndome de pie unos segundos para así poder besarlo fugazmente.

-Es tan fácil decirlo, tu no estas defrente a... eso- Señaló a Taeil y una pequeña sonrisa se poso en mis labios, confundiendolo.

-Ah bueno si es por eso puedes estar tranquilo, estoy cien por cien seguro de que mantendrá la boca sellada.

-No sé quien está mas loco de los dos, si tu por chuparmela delante de un cuerpo o yo por dejarme- Acarició suavemente mi mejilla y depositó un tierno beso en mi frente.

Nos miramos  a los ojos por unos segundos, por mi mente pasaron muchos pensamientos que mi boca no era capaz de poner en palabras, como por ejemplo el echo de que llevaba amandole años en secreto.

Sacudí la cabeza intentando eliminar esos pensamientos que todos los días abordaban mi mente, la volví agachar y me enterre de nuevo su pene en la garganta, pillandole totalmente desprevenido. Moví mas rápido mis dos dedos dentro de él a la vez que succionaba su miembro, arrancandole miles de gemidos, unos tras otros.

-Yo-yoongi es-estoy apunt-to...- Agarró fuertemente mi cabeza con sus dos manos mientras que yo solamente me dedicaba a cerrar los ojos, esperando a que se vaciara en mi boca, después de los últimos estímulos dejé que fuese el quien moviera mi cabeza y su cintura, así me penetró la boca hasta que se corrió. Tragué el líquido como pude ser desbordaba por mis labios de la cantidad que era. Jimin me miraba intentando calmar su respiración y sus ojos se abrieron cuando limpié el semen de mi rostro con mi lengua, mientras le miraba lascivamente.

Besé a Jimin una última vez y me acerqué a Taeil en lo que él se vestía de nuevo y se recuperaba. Tuve una idea algo arriesgada, pero debía hacerlo rápido y sin pensarlo de nuevo, porque estoy seguro que me arrepentiría. Busqué por el cuarto una maleta y el cuchillo que había usado.

Regresé a donde el cuerpo y lo miré unos segundos, agarré su brazo derecho y con el cuchillo bien sujetó en mi mano empecé por arriba a cortarle el brazo. Era como cortar madera solo que salía demasiado sangre que aún estaba caliente. Jimin al darse cuenta de lo que estaba haciendo gritó horrorizado y tapó sus ojos. El brazo se separó del cuerpo al fin y lo metí rápido en la maleta. Repetí lo mismo con el otro brazo y las piernas, cortando estas últimas por la mitad de nuevo para que entrasen en la maleta.

-J-jimin no era necesario hacer eso.

-¿Y qué tenías pensado? Nos desharemos de él de esta manera. A las afueras hay muchos edificios a medio hacer y las obras han sido abandonadas, por lo que es un buen lugar para dejarlo.

-Yoongi me asustas- Le miré claramente ofendido y más aún asustado por si iba a abandonarme- No me mires de esa manera, esto... Nunca pensé que iba a vivir algo así.

-Lo siento, puedes irte antes de que te relacionen. Solo quiero que sepas que lo hice únicamente por ti, por justicia- Bajó su mirada un momento y cerró sus ojos. Mi corazón quería explotar o detenerse, y yo quería ambas. Sin Jimin ya nada valía la pena. Por sorpresa se acercó a mi y estrechó mi mano manchada de sangre.

-Esto es horrible, pero ahora te tengo a mi lado de vuelta y no importa qué, no te dejaré.

Sonreí ampliamente por su comprensión. Le permití salir del cuarto hasta que acabase. Cuando cada parte de lo que quedaba de ese imbécil estuvo bien acomodada en la maleta, la cerré y salí. Cruzamos miradas y, sin decir palabra, salimos de la casa.

Mantendríamos bien oculta la maleta en su casa hasta la mañana siguiente, en el trayecto a la Universidad dejaríamos el cuerpo en la obra abandonada de las afueras y el plan podría seguir. Le expliqué a Jimin en que consistiría mi, ahora nuestra, venganza. Su actitud fue mejor de lo que esperaba, él me ayudaría si era necesario, pero no quitaba que seguía impactado y le costaría mucho lo que estaba por venir.

Después de una segunda ducha nos fuimos a dormir, el hermano de Jimin no volvía aún así que él no dudo en ofrecerme quedare a dormir aquí y yo acepté encantado. Aunque Jimin no me dejó dormir con él, en su lugar dormí en un incómodo colchón en el suelo.

Primera parte superada.

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