Pov YoongiEl día de hoy había resultado realmente agotador, la pequeña "reunión" que tuvimos Jimin y yo con Kwon había dejado mis energías en modo "off".
-¿Estas bien? -Preguntó Jimin con cara de preocupación. - Creo que deberías enseñarle el brazo a Jin. A lo mejor él puede hacer que duela menos.
-Tranquilo, estoy más o menos bien. -Acaricié sus mejillas con las yemas de mis dedos. - Deberías ir a darte un baño para que tu cuerpo se relaje. Ha sido un día duro. -Deposité un suave beso antes de desaparecer por las puerta de la habitación.
Bajé hacia la cocina, por lo que Jimin me había contado, los jueves Jin trabajaba hasta tarde, así que ya solucionaré el problema de la herida yo solito. Odio tener que dar explicaciones.
-Ya estoy en casa. -Me sobresalté cuando escuche la voz de ese chico entrar por la puerta.
-¿No era que hoy trabajabas hasta tarde? - Le pregunté de mala gana.
-Hola a ti también. He salido antes, Namjoon va a venir para... ¿¡QUE COÑO LE PASÓ A TU BRAZO MIN YOONGI!? -Jin corrió hacia mi, levantando mi brazo delicadamente.
-¡Cuidado que duele! -Fruncí el ceño.
Jaló de mi y me sentó en la mesa del comedor, le observé rebuscar por los cajones de su apartamento hasta que dio con, lo que identifiqué, un botiquín de primeros auxilios.
-¿Vas a decirme lo que ocurrió? ¿O mejor me guardo las preguntas? -Giré la cabeza hacía otro lado. Incómodo. - Esta bien, creo que lo mejor va a ser que me calle.
Jin se colocó entre mis piernas posando el maletín a un lado de mi, con sus manos quitó mi camisa y en el proceso rozó mi abdomen con sus fríos nudillos. Por otra parte yo simplemente me dedicaba a observarle atento, joder, esa herida tenía muy mala pinta.
-Dios Yoongi, la piel de tu brazo esta muy quemada.
-Cállate, ¿quieres? No me digas cosas que ya sé. -Suspiró resignado ante mi mala contestación.
-¿Sabes? Esto me trae buenos recuerdos. Me acuerdo cuando te curaba en aquel... Espantoso lugar, me encantaba tocar tu pálida piel y adoraba las marcas que se quedaban en ella después, aunque yo fuera el pasivo. -Jin rió.
-¿Todavía recuerdas el pasado? No vale la pena Jin. Yo solo podía pensar en Jimin.
-Cierto. Pero follabas conmigo. -Lo miré a los ojos ante sus palabras. - Y eso nadie podrá cambiarlo Min. Ni si quiera tú.
Jin siguió curando mi herida, como si no hubiera dicho nada, como si no hubiera dañado el poco orgullo que aún conservaba.
-Follaba contigo porque no me quedaba otra opción. No había nada mejor en aquel lugar Jin, no te equivoques.
Sus manos se apretaron alrededor de mi torso, había conseguido enfadarlo. De un momento a otro sentí como las yemas de sus dedos rozaban mi miembro, obviamente tapado por la tela del pantalón.
-No juegues con fuego Jin. -Haciendo oídos sordos a mis palabras se lanzó contra mi, aprisionando mis labios contra los suyos.
Me mantuve tranquilo y sin responder a su beso, mordió mi labio inferior reiteradas veces. Seguí en calma, sin mover ninguno de mis músculos. Sin responder a sus "caricias".
-¿Por qué? -Preguntó con lágrimas en los ojos.
-Porque amo a Jimin. Deberías dejar de actuar por impulso, recuerda que tienes a Namjoon.
-¿Có-cómo sabes... ?
-Lo sé todo Jin. Recuérdalo. -Lo aparté de mi pero antes de girarme me colocó de espaldas a la mesa.
Recorrió mi cuerpo con sus manos hasta que llegó a la altura de mi pantalón, apretando mi miembro con dureza.
-Antes eras tú quien me destrozaba el culo pero ahora cambio la cosa ¿No es cierto? -No me dio tiempo a responder ya que él siguió hablando. - Te escuché gritar como una auténtica perra el otro día. Fue la primera vez que eyaculé tanto.
Me reí de manera ruidosa y lo aparté propinándole un codazo en las costillas. Cuando estaba por gritarle como un auténtico loco la puerta de la entrada se abrió.
-Jin mi am... -Namjoon se encontraba al otro lado de ésta. Mirando mi erección.
-Hola. -Saludé inocentemente restándole importancia al gran bulto que tenía entre las piernas.
-¿Quién eres?
-Solo... un viejo amigo. Bueno Jinnie, voy a ver como está Jimin. -Me despedí de ellos con un gesto de mano y desaparecí escaleras arriba.
Toqué la puerta antes de entrar en la habitación. No hubo respuesta.
-¿Jimin? -Volví a tocar.
-¿Yoongi?
Abrí la puerta y lo encontré metido entre las sábanas, desnudo.
-Hola mi amor. -Me acerqué a él y deposite un tierno beso en sus labios.
-¿Todo bien?
-Sí. - Aparté la sábana y la tiré al suelo, su cuerpo era lo más hermoso que había visto, incluso desde hace dos años, incluso de pequeños, incluso con algunas heridas y moretones. Solo por ser él. - ¿Me estabas esperando Jiminie?
- Tal vez. - Acaricié su mejilla mientras le besaba suave, intentando hacerlo de esa manera y no ser brusco como solía ser y así quizá Jimin entienda que le amo aunque no se lo diga.
Introdujo su lengua en mi boca acariciando la mía, cada vez que hacía estas cosas conocía el motivo por el que se cierran los ojos al besarse. Empujaba con su diestra en mi espalda baja pegando nuestro cuerpos, elevaba su cadera frotando su desnudez contra el bulto en mi pantalón.
- A-ah Yoongi... - Recostó su cabeza en la almohada exponiendo su cuello, lamí su sobresaliente nuez y clavé mis dientes a un lado de ésta, escuchando sus gemidos tan próximos a mi oído, lo adoraba, intentaba sonar grave pero acaban siendo gemidos cortos y agudos. - Y-yoongi, tu brazo...
- Esta bien no te preocupes por eso bebé. - Me quité la camisa frente a él, luciendo mi cuerpo. Jimin sonrió acariciando mi cintura con sus pulgares.
Me tumbó en la cama y se subió sobre mi, nuestras piernas entrelazadas. Mi cuerpo pronto paso a estar desnudo como el suyo, nuestros miembros erectos apretados entre nosotros mientras solo nos besábamos sin descanso ni prisa.
- Yoongi. - Jimin deslizó su mano recorriendo mi cuerpo, ignorando mi miembro y acariciando mis testículos con ella.
- Aah Jimin... ¡Ay! - Agarró con fuerza mis pequeñines y tiró de ellos. ¿Por qué hacía eso?
- ¿Qué es eso de que follaste con Seokjin hyung?
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PSYCHO
FanfictionJimin es un chico que ya sufría abusos en la escuela y los sigue sufriendo en la lujosa Universidad a la que asiste ni él sabe cómo. Yoongi era su mejor amigo desde siempre, a pesar de que lo que el sentía hacia su menor no eran sentimientos de amig...