De verdad me gusta.

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Y cuando ríe, mierda, me hace sonreír como idiota.


Santiago de Chile.


Domingo, 13:20pm.


-Alejandro-


Sentía unas fuertes ganas de reírme ante la situación que pasaba Liz, pero al mismo tiempo era preocupante por el hecho que es la novia de Nicolás, y que le guste otra persona es como barro.

Demonios no sé qué puedo decirle, digo nunca he tenido un dilema.

Traté de controlarme y prestar más atención sobre lo que tiene que decirme, se veía nerviosa y aún no era capaz de pronunciar una palabra.

-Liz- Esta se mostraba un poco ajena, supongo que trata de pensar con más claridad aquello que la está atormentando.
-¿Quién te gusta?- Esta solo soltó un suspiro frustrado y alzo la mirada.

Sentía intriga de quien podría ser, digo pensé que Nicolás la traía loca.

-Se llama...- Vi como le colocaban el plato de comida delante de ella.

-¡Ya está el almuerzo!- Gritó Sofí, y los chicos se acercaron a la mesa.
Esta solo negó, y trato de comer al igual que yo.

Cada vez que podíamos intercambiábamos miradas, y no eran del todo disimuladas, porque juro que hasta Amber se dio cuenta.
Pasamos el rato hablando de la Universidad, cine, y cosas que captan un poco nuestra atención.

-Nicolás, te tocan los platos- Dijo Sofí y este torció sus labios.

-Yo no veo que ellos que hagan algo- Este le guiñó el ojo descaradamente, y le di una patada.

-Sabes a lo que me refiero pendejo- Todos reímos.

-Ele- Esta ni siquiera lo miró, ya que aún estaba comiendo.

-Ya sabes cuál es la paga- llevó un bocado de comida a su boca.

-Tu si comes lento niña- Le reprendió Liz.

-¡Pué! Al menos yo si disfruto la comida- Esta le alzo las cejas.

-Bien, una caja de pizza- Nicolás le extendió la mano para cerrar el trato.

-Que sean dos, Amber también quiere- Dejó el tenedor y lo miró, yo en cambio miré a Amber y estaba riendo.

-Tu no quieres verdad nena- le sonrió Nicolás a Amber.

-Claro que si tío- Este rodó los ojos.

-Trato- Estrecharon sus manos y Ele recogió los platos, y luego los llevó a la cocina.

Amber se fue para su cuarto ya que tenía sueño, pero el resto se quedó haciendo lo mismo en la sala, es decir nada, yo continúe haciendo mis deberes.

-Cuanto a que se le cae el café- Se me acercó Nicolás y me hizo una seña de que mirara a Ele.
Esta se encontraba llenando un termo con café.

-No creo, ella es muy cuidadosa cuando se trata de café, ¿olvidas que ella es adicta a eso?- Este negó.

-Yo entro- Río Sofí y se sentó a mi lado.

-Yo no- reí, y Nicolás llamó a Jared.

-¡Hey Bro!- Éste alzó la mirada.

Mi Profesora. (Segunda Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora