Jared, Tenemos que hablar.

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¿Cómo puede ella sentarse ahí, reír y verse tan hermosa?

Santiago de Chile.

Martes, 10:50am.

-Alejandro-

Ya pasó dos semanas que dieron de alta a los chicos, aunque todavía siguen tomando medicamentos, para algunos dolores ya sea de cabeza o en alguna parte de su cuerpo, pero para el dolor que realmente tienen no hay medicamentos.

Eleonor entró en depresión, y aunque parezca difícil de creer no come, pocas veces sale de la habitación, así que congelamos su semestre, al igual que el de Jared.
No va a trabajar, aunque llevé su excusa y dieron dos meses de incapacidad pero Jared la reemplaza, él no es que esté tan bien como parece, en las noches tiene pesadillas e incluso lo he oído gritar.

La están pasando terrible, pero él prefiere salir a distraerse, o al menos tener su mente ocupada ya sea trabajando.
Pero pocas veces le funciona, ya que pasa por el parque o incluso saliendo del apartamento ve a parejas y sus hijos, y enseguida rompe en llanto, aún siente esa culpabilidad que Nicolás y yo aún no hemos podido quitar.

Y aunque parezca raro, extraño no tener a Ele trabajando aquí, no digo que a veces le salía con groserías por interrumpir mis clases, siempre faltaba esa parte jodona, y agradecía porque despertaba a mis estudiantes.

Me duele ver a Amber llorar por sus tíos, ya que ella siempre intenta subirles el ánimo, pero Ele es la que más desiste.
Hace unos días se enfermó, ella sufre de alergias emotivas, y debe tomar medicamentos cada cierto tiempo, y no colabora.

La jornada pasó rápido y ya me dirigía hacia la Universidad con Nicolás.
Éste estuvo hablándome de qué otra forma podríamos ayudar a Jared, luego cambió drásticamente la conversación y se animó en hablar sobre la chica que le gusta, aunque hace mucho no lo escuchaba.

-No lo sé, tal vez algún día me animé y le digo lo que siento por ella- Sonó un poco ¿nervioso?
Ya habíamos llegado a la Universidad, y tomamos caminos diferentes.
Hoy solo serán tres horas de clases al igual que Nicolás, es el único día en que coincidimos para salir a la misma hora.

Estuvo un poco aburrida ya que estaban exponiendo y se notaba que no habían estudiado, no veía el momento en que el profesor los mandará a sentar, pero eso nunca pasó.
Así que, decidí mejor molestar a Jorge, está igual o más aburrido que yo.

Cuando termino la clase, me fui hasta el parqueadero y encontré a Nicolás comiendo mecatos con un vaso de avena, estaba recargado en la puerta del auto.

Le hice una seña y este se fue hasta el otro extremo del auto, saqué las llaves y lo abrí.
Entré en él y abroche el cinturón.

Una vez puse el auto en marcha, vi a Nicolás distraído, así que metí la mano en la bolsa de papas.

-¡Oye!- Me comí las papitas, mientras reía pero no apartaba la vista de la carretera.

-Si no me ofrecen- Me Alcé de hombros, y este me enseño el dedo del medio.

-No sabes las mil maravillas que podrías hacer con ese dedo- Lo miré y le guiñe el ojo, este me miró con expresión de asco.

Llegamos al apartamento y vimos a los chicos reunidos, excluyendo a Ele.
Los saludé a todos y me fui a dar una ducha larga, me vestí y volví a salir.

-Oye vacaciones eternas, ¿cuando entras a clases?- Le dijo Nicolás a Siane, y me senté junto a Sofía de inmediato la abracé.

-Ya salí de la preparatoria idiota, ahora tengo que inscribirme en una Universidad- Dijo Siane, y reímos.

Mi Profesora. (Segunda Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora