Mi Profesora. (Segunda Temporada)

Ya vamos para allá.

Se me hizo vicio ver tus ojos, y respirar tu aliento.

Santiago de Chile.

Jueves, 9:30am.

-Sofía-

Estaba en el salón, y acaba de dejarles un taller en clase a mis estudiantes y por ende estaba aburrida, abrí la carpeta donde se encontraban unos exámenes de noveno grado y comencé a revisarlos, de vez en cuando alzaba la mirada y fijarme si estos hacían lo que les había dejado.

Mi celular vibró y pude fijarme que era Ele, rodé los ojos, me levante y salí del salón.

*Llamada telefónica*

-Hola Ele- Apoyé mi cuerpo en el marco de la puerta.

-Si supieras mija, estoy viendo al amor de mi vida- Fruncí el ceño, y volví a ver mi teléfono, y sí era la loca de Eleonor.

-¿Ele?- Reí un poco, aunque se supone que deberíamos estar dando clases, quise ver que se traía en manos esta vez.

-Tiene un trasero para morderle, y como se le ve ese pie de grande- Solté una carcajada, al igual que ella.
-Ah, como me pone Jared-

-No jodas Ele- Reímos.
-¿Que hace Jared en tu clase?-

-Hoy me quiso acompañar, porque dentro de poco salgo de aquí- Sentí una ligera envidia, ya que yo también me quería largar de aquí.
-Como sea, ¿tienes un marcador que me prestes?- Abrí un poco la boca, y parpadee varias veces, reí.

-Si.-

-Bueno, Jared ya va para allá -

*Fin Llamada telefónica*

Volví al curso y estos estaban hablando, así que procedí a revisar sus trabajos, luego de pucheros y quejas ya que todos no habían acabado, tocaron la puerta.

-Karen, porfa abre la puerta- Le dije a la pelirroja que siempre me ayudaba a revisar los exámenes, esta asintió sonriendo y abrió la puerta.

Me giré a ver quién era, y como es de esperarse entró Jared, y de inmediato se escucharon murmullos y suspiros de las chicas.
Reí al imaginar la reacción que tendría Ele al ver a las chicas en ese estado.

-Hola negra- Me saludo Jared, le hice una seña donde estaba mi cartuchera y sacara los marcadores.

-¿Por qué no se los pidió a Alejandro? Está más cerca de su curso- Este río, una vez tomó el marcador me miró.

-Porque fue a su salón y discutieron- Rodé los ojos riendo.

-¿Por qué?- Este dio un pequeño vistazo por todo el salón y río, yo me aseguré de que Karen siguiera revisando los trabajos.

-Sabes que ella hace lo que sea con tal de ver a tu marido molesto- Río ante el recuerdo.
-Así que llegó al salón hablando de Pitágoras, es decir, le interrumpió la clase- Me miró, y los dos reímos.

-Esa chica está loca, por cierto ¿no ha vomitado más?- Este frunció el ceño.

-¿Había vomitado?- Su expresión cambió, se mostró preocupado y a la vez molesto.