No fue su culpa, yo me enamoré.
Santiago De Chile.
Sábado, 09:15am.
-Alejandro-
No pude dormir, daba vueltas en la cama tratando de aclarar mi mente y encontrar un solución más razonable a todo esto, pero no, no la encontré.
Quería partirle la cara a ese imbécil, quería matarlo quería...
¡Maldición es mi hija! ¿Cómo pudo hacer algo así?
Me levanté de la cama y me di una larga ducha, cuando salí me di cuenta que Sofía ya no estaba en la cama, así que me vestí y salí de mi habitación.
La rabia me consumía poco a poco, la sangre me hervía y trataba de contar hasta diez a ver si así cesaba un poco la rabia, pero no, apenas estaba en la sala todos estaban reunidos.
Amber estaba junto a Nicolás, y recordé sus palabras.
Y me besaba la mejilla hasta que por fin me tomó del mentón y me besó los labios.
Mi respiración se alteró, así que me encamine hacia donde estaba Nicolás.
Escuchaba lejos las voces de los chicos saludándome pero en estos momentos no me importaba nada, cuando llegué donde Nicolás, Alcé mi puño y le golpeé en la cara.Escuche el grito de todos, y este rápidamente se levantó.
-¡¿Que mierda te sucede Alejandro?!- Vi como Gérard apartaba a Amber de nosotros.
-¿Que me sucede?- Reí sarcásticamente.
-Sucede que, te has estado besando a Amber- Su rostro palideció.
-Ella es la misteriosa chica de la que siempre has hablado, ¿cierto Nicolás?- Este no decía nada, solo apretaba la mandíbula al igual que sus puños.
- No Tocaras a Amber, no quiero que te acerques a ella, no la mires, e incluso ni le hables- Me miro.-No puedo hacer eso- Dijo entre dientes, me llené de rabia y cuando iba a lanzarle otro golpe, esté lo tomó aún en el aire, soltó el agarre bruscamente, y me golpeó la cara.
-¡Nicolás!- Gritó Amber, posee mi mano en la nariz y salía sangre de ella.
-Hey, es mejor que hablen de eso de una forma más...- Dijo Evan.
-¿Mas qué? ¿Civilizada? Por favor Evan, aquí no hay nada de qué hablar, el solo quiere estar con mi hija porque las chicas de su edad no le prestan atención- Dije sin más y este volvió a golpearme, caímos al suelo, y escuché como las chicas gritaban.
-¡Jared, Evan, Gérard! ¡Sepárenlos!- Gritó Sofía.
Golpeé a Nicolás en el estómago y este se retorció del dolor.-Espera solo un momento...- Dijo Eleonor, Cuando pudo componerse, Nicolás me dio un golpe en el ojo.
¡Mierda!-¡Tía!- Grito Amber.
Otro golpe, y otro.-¡Ya ya, vayan!- Gritó Liz.
Y vi como Jared tomó a Nicolás, y Evan me ayudó a levantarme.Nos tenían agarrados por los brazos y nos miramos.
-¿Tienen algo para decir?- Dijo Siane y vi a Eleonor hacer una mueca graciosa.
-Te odio imbécil- Le dije, y este solo sonrió.
-Bien, entonces no tengo nada que hacer aquí- Todos fruncieron el ceño, y se zafó del agarre de Jared.
-Siane, recoge tus cosas nos vamos- Escuché como gritó Amber.Los dos chicos desaparecieron de mi vista, pero con todo lo que sucedió aún estaba molesto, la rabia no había cesado ni un poco.
Me quede ahí sin hacer o decir nada, quería cerciorarme que de verdad se fuera, alce un poco la vista y me encontré con la mirada de Sofía.
Me miraba con decepción, y rabia a la vez.
Sé la quité enseguida, y vi a Eleonor y Liz tratando de calmar a Amber.Cuando por fin Nicolás, Siane y luna aparecieron hicieron una pequeña seña de despedida a los chicos, Evan también se fue con ellos.
Les abrí la puerta, y salieron.
-Wau, te mereces un grammy al imbécil del año- Dijo Liz, y tomó a Gérard de la mano.
-Creo que te lo voy a comprar, ya regresamos- Dijo Gérard y salieron de la casa.
Jared solo negaba, y Eleonor le hizo una seña para salir.
-¿Ustedes también?- Dije en un hilo de voz.
-¿Acaso no ven la gravedad de todo esto?--No es el problema como tal, es la forma en la que actúas ante ello- Dijo Eleonor, y salieron.
Jared solo palmeó mi hombro.-¿Ya estas feliz? ¡Todos se fueron por tu culpa!- Dijo Amber, cuando logró zafarse del agarre de Sofía se acercó.
-¡Eres un idiota!--¡Me respetas Amber!- Le grité y ella se estremeció.
-¡El solo te quiere enamorar, y una vez que lo haga tendrá sexo contigo! ¡Lo conozco!- Esta se limpiaba las lágrimas.-¡No lo conoces!- Me gritó.
- No fue su culpa, yo me enamoré- Al escuchar sus palabras me llené más de rabia y en un movimiento sin pensar mucho, le di una cachetada.-¡Alejandro!- Gritó Sofía, se acercó y tomó a la niña por los hombros.
-Se tu historia, Alejandro, y así como a tí te fue inevitable enamorarte de tu profesora, para mí también fue inevitable enamorarme de mi tío- Abrí un poco la boca y cuando quise volver a golpearla Sofía me gritó.
-¡Estás loco! ¡Déjala, Maldición es una niña!- Me gritó, e hizo una seña para que Amber se fuera a su habitación.
-¡¿Estás de acuerdo con esto?!- Pregunte incrédulo y reía sin gracia.
-¡Maldición Sofía, es una niña y el un adulto!- Mi tono de voz cada vez era más elevado.-No me grites- Frunció el ceño, y tenía los labios apretados.
-Y ella tiene razón, están pasando por nuestra historia solo que a ella, le tocó más temprano- Habló serena y se fue.
La rabia y la impotencia se apoderó de mí, ¿por qué no lo pueden entender? Ella está muy joven para tener novio.
No, no lo voy a aceptar hoy ni nunca, por más que todos me den la espalda, o incluso se coloquen a la defensiva, es mi hija y también tengo derecho de mandar sobre ella.
Mi respiración estaba entrecortada, necesitaba descargar toda esta rabia así que comencé a tirar todas las cosas que estaban en la sala.
Duré unos minutos, y vi que todo estaba vuelto mierda.
Alguien raspo su garganta y me giré.
-Gracias, me acabas de demostrar que no quiero vivir con una persona que no sabe cómo reaccionar ante los problemas, estás loco Alejandro- Vi como levantaba sus maletas, seguida de Amber.
-¡Sofía no!- Cuando quise llegar a ella ya había cerrado la puerta, la abrí a toda prisa y ya no la vi.
Desapareció de mi campo de vista, desapareció de mi vida, otra vez.Sentí un vacío en mi pecho y lágrimas ya rodaban por mis mejillas, entré a la casa y el llanto fue creciendo, hasta que me acordé el viejo hábito que tenía cuando me sentía de este modo.
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Mi Profesora. (Segunda Temporada)
Teen FictionTodos en algún momento queremos encontrar el amor, pero una vez que lo encuentras ¿qué haces con ello? ¿Sabes mantener una relación para que sea duradera? ¿Sabes afrontar los problemas como es debido? Desde pequeños nos idealizan la frase "Y vivie...