Mi Profesora. (Segunda Temporada)

Su Padre, se la quiere llevar.

A los locos como yo, les hace falta un tornillo como tú.

Santiago de Chile.

Miércoles, 15:20pm.

-Alejandro-

Me encontraba revisando unos trabajos que les había dejado a mis estudiantes, a veces quisiera tener la suerte de Sofí, a mi pocas veces me ayudan con estas cosas.

-¿Cómo sigue Ele?- Le preguntó Nicolás a Jared, estos estaban en la mesa, de vez en Cuando reían pero no se resignaban a ayudarme.

-Un poco mejor, dentro de unos días iremos al psicólogo- Le sonrió, y vimos a Siane, quien se acercaba junto con Amber.

-Tío, ¿tú le dedicaste Fight Song, a mi Tía?- Pregunto Amber a Jared, este asintió riendo.

-¡¿Por qué hiciste eso?!- Le gritó Siane, y todos reímos.

-Esa canción ya me la aprendí- Dijo Nicolás apretando los labios.

-¿Cómo no? Si lleva toda la mañana escuchándola- Dije, y aparté mi vista de los talleres, y vi como estos reían.

-Déjenla, sé que extrañaban que empezara a joder- Dijo Jared y asentimos.

-Ella abusa de ese privilegio- Dijo Gerard y también se sentó.
-Supiste la última locura que quiere hacer ahora Eleonor?- Río.

Todos nos miramos y negamos.

-Sofí y Liz la convencieron de hacerse un tatuaje- Abrimos y los ojos, pero la expresión de Jared fue más épica, a él estaba que se les salían sus ojos, le dan un golpe en la espalda y listo sin ojo quedó.

-¡Yo quiero ver eso!- Gritó Siane, y Amber la siguió hasta su habitación supongo.

-Relájate, no lo hará- Le dije a Jared y este me miró preocupado.

-Listo, se abren las apuestas señoras y señores, yo digo que si se hace el tatuaje- Dijo Nicolás.

-Yo no- Dije.

-Yo tampoco- Dijo Gérard.

-Jared?- Dijo Nicolás, al ver que este no pronunciaba nada.

-Si- Nos sorprendimos un poco, y cuando íbamos a sacar el dinero y dejarlo en la mesa, Nicolás habló.

-No quiero dinero- Dijo con aire de superioridad.
-Aun- Reímos.
-Si ustedes pierden, se comerán un limón, con sal y ajo- Miré a Gérard y este igual lo hizo.

-Cálmate, no se lo hará- Dijo convencido.

-Y si nosotros perdemos, les damos el dinero, ¡caso cerrado!- Golpeó la mesa Nicolás y rodé los ojos.
Estúpido.

Solo pasaron diez minutos cuando vimos a las chicas salir al pasillo, estaba emocionadas, más de lo que Ele estaba, así que me relaje ya que existe esa posibilidad de que no se haría el tatuaje.

Se despidieron de nosotros, y decidí seguir revisando los talleres.
No tarde mucho ya que Jared y Evan me ayudaban, el pelinegro se mostraba inquieto, más bien nervioso.

-¿Quieres relajarte?- Este dejó de ver las hojas y me miró.

-No me preocupa que Ele se haga un tatuaje, me preocupa que su padre...- Su voz se quebró y fruncí el ceño.