Mi Profesora. (Segunda Temporada)

Solo Amigos.

En mi cuerpo siento tu perfume, en mis manos la sensación de tu hermoso pelo, mis ojos te buscan en todo los lugares, me tiembla el corazón nada más de pensarte.

Santiago de Chile.

Miércoles, 20:40pm.

-Alejandro-

Una vez había llegado al apartamento el ambiente se sentía raro, no de hecho había una palabra que lo definía mejor, pesado.

No sé qué mierda ocurrió esta vez, pero estoy bastante cansado como para averiguarlo en este momento.

La cena estuvo un poco silenciosa, todos se daban miradas unas cómplices, otras nerviosas, y unas ni levantaban la vista.

Una vez había terminado de comer, tomé mi plato y lo llevé a la cocina, lo lavé y me dirigí a mi habitación.

-Buenas noches- Me despedí y llamé a Amber.

-Buenas noches- Susurraron todos.

-No sé qué tendrán de buenas- Alcance a escuchar a Nicolás, tomé a la niña de la mano y la llevé a su habitación.

-¿Ya terminaste de alistarte?- esta estaba en el baño desde hace diez minutos, yo me encontraba en su cama esperando a que saliera y poder charlar un poco.

-Ya- Salió con una pijama negra que le regaló Ele para su cumpleaños.
Hablaré con ella sobre sus colores de ropa que decide para mi hija.
Esta se sentó en la cama mirándome.

-¿Que pasa papá?- Pregunto un poco preocupada.

-¿Que tienen los chicos?- Me atreví a preguntarle, sé que dije que en estos momentos no quería saber, pero joder ellos nunca han estado tan calmados.

-Pa' que te diga mi mamá mejor, yo no sé mucho- Cerré los ojos con pesadez.

-Te preguntaba a ti puesto que sabía que no harías un escándalo- Esta río negando.
-Vale gracias, descansa- le di un beso en la frente y me levante.

-Oye, ¿por qué me trajiste a la cama tan temprano?- Me gire hasta allá cuando estaba a punto de apagarle la luz.

-Porque si te dejo un momento allá con esos, alguno explotaría- Esta río.
-Y sus órganos te caerían en la cabeza- Entrecerró los ojos, y soltó una fuerte carcajada.
-Si quieres lee un rato, pero no te duermas tan tarde- Esta asintió y le cerré la puerta.

Me dirigí a mi habitación, y me percate que Sofía ya estaba en ella, estaba buscando algo en el armario dándome la espalda, entre a la habitación me acerqué a ella, y la tomé por la cintura y le susurre al oído.

- En mi cuerpo siento tu perfume, en mis manos la sensación de tu hermoso pelo, mis ojos te buscan en todo los lugares, me tiembla el corazón nada mas de pensarte-
solo se giró, me miró tierna y me besó los labios.

-Alguien últimamente se está colocando muy romántico- Acarició mi mejilla.

-No te dejes engañar eso es que quiere contigo- Pasó riendo Ele y llegue a la conclusión de que debo cerrar esta puerta, Sofía río y fui a colocar en práctica lo que había pensando.
Cerré la puerta.

-¿Me dirás lo que esos tienen?- Apagué la luz, y esperé a que Sofía encendiera la lámpara, cuando lo hizo pude irme hasta la cama.

-Pues te quieren joder, porque no tienen nada- Río, y me acomode mejor en la cama colocando las sabanas hasta mi pecho y la miré.