Esto no me lo esperaba.

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Ella le hablaba con palabras, El la miraba con sentimientos.


Santiago de Chile.


Domingo, 16:30pm.


-Sofía-


Estaba tratando de concentrarme sobre el trabajo que estaba realizando, pero el sonido del televisor no es que ayudará de mucho.

-Cariño, podrías hacerme el favor de bajarle el volumen- Vi como Jared tomó el control y le bajaba el volumen.

-Lo siento negra- Solo le hice una seña con la mano y seguí con mi trabajo.

-¿Y Amber?- Pregunto Nicolás, este se sentó a mi lado y colocó sus manos en su rostro.

-Aún duerme- Escuché como este bufo.

-Le hace competencia a Ele, y esa de por sí tiene delirios de la bella durmiente- Lo miré y rodó los ojos.
-Y no lo digo por lo bella- reímos.

-¡Idiotas!- Jared nos sacó el dedo del medio.

-Haz algo bueno por la vida- Le entregué unos exámenes que aún no había calificado.
-Aquí tienes las respuestas- Le entregué otro papel, y este me miró con una rara expresión.

-Quien me mando a sentarme aquí- Tomó mi lapicero y comenzó a calificar.

-Por eso yo nunca lo hago- río Jared, y rodé los ojos.
Seguí con los trabajos, y ya estaba cansada.
Llevaba dos horas en estas y aún no terminaba, necesitaba agua, comida, no estaba segura.
Levanté la vista y me encontré a Eleonor saliendo de la cocina.

-Ele- esta se detuvo y me analizo un momento, debo verme terrible.

-Te dejé pizza en el micro- Le sonreí y esta soltó un bufido.

-Ya te la traigo- se dio media vuelta y la fue a buscar, deje los papeles de lado y vi cómo se acercaba con la pizza.
La dejó en la mesa y se sentó a mi izquierda.

-¿Y yo?- Chilló Nicolás.

-¿Tu qué?- Llevé el pedazo de pizza a mi boca, mientras los observaba.

-¿No me piensas traer a mí?- Este se le acercó y apoyo su cabeza en el hombro de la castaña y coloco los ojos en blanco.

-Más nunca me sentaré aquí- Quitó su cabeza bruscamente y se levantó a buscar la rebanada de pizza.

-Salvaje- Susurro bajito.

-Animal del monte- Le extendió el plato y se volvió a sentar.
Sacó su celular y comenzó a teclear en él.
Miré por un momento a Nicolás y este hizo lo mismo, algo faltaba y ya mi pecho lo estaba reclamando con fuerza.

-Dile tú- me susurró Nicolás.

-¡¿Yo porque?! Dile tú- Este negó.

-Ella nunca te niega nada a ti- rodé los ojos.

-Ele- Esta levantó su vista riendo.

-Les toca el jugo de tarzán porque me lo terminé- abrí la boca de forma exagerada y Nicolás la miraba como si fuera a golpearla.

-¿Cuál es el jugo de tarzán?- Preguntó el muy idiota.
Jared se levantó del sofá, se colocó en frente de nosotros y comenzó a golpear su pecho.

Mi Profesora. (Segunda Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora