Parte XXI. It's The Beginning Of The End

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Las cosas parecían estar más tranquilas entre la aún pareja, aunque Ed seguía profundamente dañado, intentaba mantener la calma. No quería terminar peor con su matrimonio, con el divorcio era más que suficiente, no quería agregar aún más drama.

—¿Ellington? —La castaña alejó su mirada de su boceto—. Iré al centro comercial a recoger unos paquetes ¿quieres ir?

—Sí, necesito unas cosas, ya voy —Perezosamente se levantó de la cama para buscar ropa limpia que ponerse.

—Te espero abajo.

Estando en el centro comercial, cada uno se dirigió a sus diferentes destinos, mientras Ed revisaba los paquetes que acababa de recoger, alguien llegó saludarlo.

—¡Ed! —Cuando el pelirrojo levantó la mirada vio una cara familiar.

—¿Susan? ¡Hola! ¿Cómo te va? —Se saludaron con un abrazo.

—Muy bien, vuelta loca con el trabajo pero me fascina.

—Qué bueno, te extrañamos en la editorial pero me da gusto que te vaya mejor.

—Sí, de hecho...

—¡Hola! —El encuentro había sido interrumpido por Ellington.

—Hola —Contestó un poco confundida.

—Soy Ellington, la esposa de Ed ¿y tú eres...? —La castaña tomó el brazo de Ed.

—Susan, fui compañera de trabajo de Ed en la editorial.

—¿Fuiste? ¿Te corrieron? —Cuestionó en un tono grosero.

—N-no, yo decidí irme.

—Ah, qué bien —Dirigió su atención al pelirrojo, que se mostraba claramente incómodo—. Veo que ya fuiste por lo que necesitabas, yo también, vámonos —Ordenó.

—Bueno, un gusto conocerte y también un gusto verte de nuevo Ed.

—Igualmente Sara.

—Es Susan —Corrigió Ed.

—Sí, bueno, adiós —Siguiendo con el comportamiento infantil, casi arrastró a Ed hasta el coche.

—¿Qué rayos fue eso? —Estando ya dentro del coche, Ed mostró su enojo.

—Yo soy la que tendría que decir eso, la chica estaba casi encima de ti.

—¿Es en serio? No puedo creerlo, comienzas a ver cosas, Ellington.

—¿La estás viendo?

—Eres increíble, por supuesto que no.

—Tener relaciones entre compañeros de trabajo no está permitido en la editorial, seguramente por eso la despidieron.

—¡No crees que estás demasiado grandesita como para armar escenas de celos! —Mientras los ojos de Ed quemaban su piel, ella no se atrevía a verlo, ella no sabía porqué estaba actuando así tampoco—. Además ¿por qué te importa?

—¿¡POR QUÉ!? Porque eres mi esp-

—No, te equivocas, puede que aún no firmemos el maldito papel pero creo que tú y yo dejamos de ser esposos hace tiempo —Eso se sintió como una bofetada para la castaña; Ed encendió el auto.

—Entonces ¿sí la estás viendo? —Ed llevó sus manos a su rostro con desesperación.

—Ya te dije que no, además ¿por qué te molestaría tanto? Si fuiste tú la que inició el divorcio —Esto último hizo que Ellington explotara.

—¡No te atrevas a culparme de esto! Se necesita de dos para un matrimonio, y también para un divorcio, así que no me culpes.

El pelirrojo se sintió culpable de inmediato, mientras que Ellington no podía detener su lengua.

—¿Crees que esto me hace feliz? ¿Crees que me casé pensando que me divorciaría después? ¡Estás equivocado, si eso piensas! —Sus lágrimas ya estaban presentes en el rostro de la joven—. Esto no es algo que se desea, yo no quería divorciarme, pero a veces sólo pasa Ed, yo tengo tanta responsabilidad como tú en esto, y así como no es fácil para ti, no lo es para mí ¿Sabes lo que es enfrentar a tus amigos y tener que

decirles la noticia? ¡Y bueno, no sabes lo maravilloso que es sentir las miradas llenas de lástima de mi familia! No sé si el culparme te hace sentir mejor pero eso no está bien —Ahora las lágrimas de ella estaban acompañadas por las de Ed.

No podía seguir conduciendo en ese estado, se orilló y lo único que se podía percibir eran los sollozos llenos de desilusión, tristeza, enojo, y un sentimiento inexplicable.

—Con todo esto, me he dado cuenta que lo mejor que te pudo haber pasado en la vida también puede ser lo peor.

Y con eso, Ellington bajó del coche y caminó, ¿a dónde? Ninguno de los dos sabía. Una cosa que sí sabían era que no podían seguir juntos, tenían que terminar ese capítulo de su vida para poder comenzar a escribir el siguiente.

Ed no pudo contestarle porque tenía razón en muchas cosas, él había estado arrumbando sus sentimientos para no quebrarse pero ya no lo soportaba más.

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⏰ Última actualización: Jun 30, 2016 ⏰

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