Capítulo 03.

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Desastre matutino.

Baje las escaleras rápidamente, no podía quedarme sin desayunar de nuevo solo porque entre todos se comen media alacena.

Faltan unos días para el baile y Linds estaba cada vez más insoportable, le habían dejado la mitad del trabajo a ella porque es la única que no está en exámenes y ahora mi pelirroja amiga se está volviendo loca con la perfección. Para calmarla decidimos pronto ir a comprar los vestidos.

-¡No puede ser!- me queje al ver a todos comiendo.

Cada día me levanto más temprano para lograr comer algo, pero misteriosamente, ellos siempre están aquí para cuando llego. Me acerque a mi mejor amiga y tome una de sus tostadas.

Los chicos hablaban entre si tranquilamente mientras bebían café, demasiada tranquilidad para nosotros.

En cuanto Scar iba a abrir la boca, los chicos escupieron el café que bebían en nuestra dirección mientras reían y se atragantaban y claro que vernos a nosotras así no ayudo a la causa.

-Quedan quince minutos- chilló Linds corriendo escaleras arriba para cambiarse, acción que imitamos.

Entre a mi cuarto pegando un portazo y abrí mi armario esperando tener algo a mano. El mes de Abril había llegado y los primeros vientos comenzaban a hacer presencia. Tome un pantalón negro junto a una remera azul y negra y rápidamente me cambie y deje la ropa sucia en el suelo.

Para cuando salí de mi cuarto las chicas habían comenzado a bajar las escaleras tranquilas, no importaba si faltaban a la primera clase, pero a mí sí me importaba.

-¡Permiso!- grite bajando rápidamente y tomando mi bolso para salir de la residencia y comenzar a correr.

El trabajo que había entregado me lo devolverían hoy, y tenía bastante curiosidad sobre mí calificación.

Comencé a correr más rápido esquivando alumnos que me miraban extrañados. Seguí así hasta que llegue al salón, pero al entrar todos estaban riendo y hablando.

-Falto el profesor- me aviso un chico.

Escuche una risa detrás de mí.

Gire en su dirección y salí del salón.

-¿A dónde vas?- me pregunto Matt recuperándose de su ataque de risa.

-A la cafetería, no desayune, otra vez- respondí obvia.

Sin decir nada Matt tomo lugar a mi lado y en un silencio sepulcral caminamos a dicho lugar. A las cocineras no les sorprendió vernos, y nos sirvieron de inmediato.

Tomamos asiento en una mesa alejada, tan solo había algunos alumnos de nuestra clase y otros chicos que seguramente llegaron tarde o simplemente decidieron saltarse esa clase.

-Avísale a los chicos que saldremos mañana- le recordé mientras tomaba el pequeño café.

Matt asintió mirando su celular. Rodé los ojos.

Unos minutos después, la campana sonó y los chicos aparecieron. Scott traía una carpeta de dibujo junto a muchos lápices.

-¿Qué les parece?- pregunto dejando sobre la mesa la hoja.

-¡Qué lindo perro!- lo felicite.

-¿Qué dices?, es un conejo- aseguro Linds.

-Es obvio que es un cerdito- espeto Scar.

-Es un gato- menciono Scott.

-Era obvio, solo estábamos probando ver otras figuras-mintió Scar.

-Por supuesto- asentimos nosotras dos.

Me alegraba que pasaran situaciones así, las cosas estaban tensas con respecto a Matt, creí que fingir ser su novia sería fácil, pero no lo es, y las chicas hormonadas no ayudan con preguntas como "¿Qué tal besa?", solo empeora mi capacidad de mentir.

-¿Mañana saldremos?- pregunto Linds emocionada.

Todos asentimos.

Y después de eso todo pasó muy rápido.

Una castaña salto sobre Brenda cayendo ambas al suelo, y así comenzaron a pelear. Todos mirábamos la escena sorprendidos. Brenda no era de meterse en peleas, ni mucho menos de golpear alguien. Cuando ya vi sangre en el suelo decidí frenar todo.

Camine hasta ellas y tome a Brenda de la cintura para tirar de ella y alejarla de la castaña.

-Cálmate, piensa en tu expediente- ante la mención de su expediente dejo de luchar contra mí agarre-. ¿Y a ti que te pasa?

La castaña me miro, rasguños estaban en todo su rostro, su labio estaba partido y su pelo castaño desordenado.

-Me quito a mi novio- escupió la chica poniéndose de pie.

-¿Y quién es ese novio tuyo si se puede saber?- pregunte curiosa.

-Bruno Smith- dijo orgullosa la chica mientras yo alzaba las cejas-. Y si estas defendiendo a esta, es que tú eres igual a ella.

-¿Piensas que yo quiero quitarte a Bruno?- pregunte asqueada.

-Por supuesto.

Solté a Brenda y me acerque a ella.

-Eso sería incesto, y por lo menos yo paso de eso- dije y la expresión confiada de la chica cambio completamente.

-¿Cómo?

-Ayelen Smith, un placer- me presente indiferente.

La castaña tomo aire y salió corriendo de la cafetería que se había llenado de risas.

-Voy a vomitar- admití.

-¿Cómo pueden creer que estaría contigo?- comento mi hermano riendo.

-Cómo pueden creer que yo estaría contigo-le corregí.

Y así se desato una nueva discusión.

Pero a pesar de todo, prefiero que discutamos a que mi hermano gemelo me ignore por completo. Pero hay cosas del pasado que no soy capaz de olvidar, y presiento que eso será un problema en el futuro, y ese futuro cada vez parece más cercano.


Solamente Omegas ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora