Capítulo 05.

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 Celos.

-Sigo pensando que Dylan es un nombre ridículo- volvió a comentar Matt.

-O será que te resulta así porque estas celoso- lo molesto Scar.

-¿Celoso? ¿De qué?- se hizo el desentendido.

-De que entre mi hermana y Dylan si hubo fuego, y tal vez cenizas queden y eso provoque que el chico deje esos negocios- lo pico mi hermano.

Los chicos habían aceptado no preocuparse tanto y confiar en lo que haría, les mentí diciéndoles que tenía un plan, cosa que no pasara porque surgirá en el momento.

Como esa chica había dicho, estudiantes de intercambio comenzaron a llegar, el primero fue un chico que rápidamente fue descartado de nuestro radar de amigos por ser tan presumido sobre cosas materiales. Y la segunda, Stephanie Sánchez, una rubia que comenzó a ser nuestra amiga, pero que hace unos días me confeso que era para acercarse a Matt.

Desde entonces nuestros enfrentamientos son más directos y ya hemos terminado en la enfermería varias veces. Por lo general ella es la que me busca, pero en esta ocasión, soy yo la que tiene toda la ira acumulada y no piensa en otra cosa que acabar con ella.

Entre a la cafetería y busque a dicha rubia maligna, la encontré hablando con los chicos mientras las chicas la fulminaban con la mirada. Me acerque con paso firme y mirada fría. Muchos alumnos comenzaron a callarse para ver el espectáculo diario que les brindábamos.

-¿Por qué tomaste mi celular?- pregunte tomándola con fuerza de la muñeca.

-Porque todos iremos al baile en parejas, tú eras la única que quedaba sola- menciono inocente pero note como todos los chicos la miraban confundidos.

-¿Y por eso tuviste que enviarle un mensaje a el que te pareció lindo?- espete irónica.

-Hablemos sobre tu vida, tu gemelo te odia, tus amigas no te apoyan, los chicos no se te acercan...que triste, ¿cierto?

-Hablemos de tus extensiones.

Stephanie me dio una cachetada que con gusto devolví.

Así comenzamos a golpearnos mientras los demás hacían bullicio.

En mi mente solo aparecía el mensaje que ella le mando a Dylan.

Sus zapatos de tacones lastimaban mis piernas constantemente, pero la ira lograba que no sintiera dolor alguno y me limitara a aniquilar a mi contrincante.

Los chicos se ocuparon de separarnos, los gemelos y Jake me sostenían de los brazos y torso mientras yo intentaba volver a la rubia que estaba igual o peor que yo.

-Tranquilízate- trato de calmarme Chad.

-Ya la has mandado directo a la enfermería- menciono Simón sin soltarme del brazo.

-Buen golpe- me felicito Jake.

-¡Eres una mentirosa!- chillo Stephanie intentando soltarse del agarre de Matt, Scott y mi hermano.

-¡Como si tu fueras honesta! Te juntas con nosotros solo para ligar con Matt- explote.

-Sánchez, Smith preséntense en dirección luego de pasar por la enfermería- ordeno la directora.

Mi hermano soltó a la rubia que maldecía a todos los que miraban la escena, y junto con Brenda me acompañaron a la enfermería.

La enfermera rápidamente me dio unas pastillas para el dolor y una pomada para los rasguños.

Con paso lento camine sola hasta la oficina de la directora, desde afuera podía oír los llantos falsos de Stephanie. Toque la puerta y luego que la directora me diera permiso, entre.

-Quiero escuchar tu versión Smith- pidió la directora señalándome el asiento junto a la rubia que finge sollozar.

Me senté y aclare mi garganta.

-La señorita Sánchez ha estado perteneciendo a nuestro grupo de "amigos" desde que llego, pero hace unos días me confeso que solo fingía ser nuestra amiga para poder lograr conquistar a Matthew Brown, desde ese día tenemos varios encuentros, ya que soy la única que sabe la verdad y en cada enfrentamiento mis amigos dudan sobre mi mentalidad. Pero esta vez, la señorita aquí presente, tomo mi celular y envió un mensaje a alguien con quien tengo varios problemas, y cuando le reclame comenzó a decir cosas sobre mi vida- explique.

-Stephanie, es mejor que te alejes de ellos por un tiempo, al menos hasta luego del baile- pidió la directora y asintió en mi dirección para que me retire.

Cerré la puerta tras de mi antes que empezaran los reclamos.

En el pasillo se encontraba Roy, el capitán del equipo improvisado de la universidad.

-¿Cómo te fue?- pregunto parándose frente a mí.

-Podría haber sido peor.

Roy cambio su expresión a una sonrisa maligna luego de mirar a un lado, cuando lo iba a imitar beso mi mejilla lentamente y se fue saludando con su mano.

-¿Quién es ese?

La pregunta de Matt me descoloco.

-Desde cuando te importo- pregunte viendo como caminaba hacia mí.

-Desde que no te negaste a fingir- dijo serio acercándose demasiado a mí.

-Aunque me hubiera negado tu hubieras seguido con esto.

Asintió, y luego de guiñarme el ojo descaradamente se marchó en dirección al patio. Pensé en seguirlo...

Pero si él nunca lo hizo, ¿Por qué yo lo haría?

Al final del día siempre me pregunto porque soy su perro faldero que obedece sus tontas órdenes.


Solamente Omegas ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora