Capítulo 19.

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Llamada.

Regresar a la normalidad después de haber pasado dos semanas fuera no es fácil. Los rumores se esparcen como arena, claro que no todos son acertados, pero tampoco están lejos de la realidad.

Para empeorar la situación, la directora nos castigó sin motivo.

¿Extraño cierto?

Pero al parecer hemos causado muchos problemas desde que comenzó el año y antes de expulsarnos prefiere castigarnos.

Así que aquí estamos, en una sala con el aburrido profesor de historia que nos pidió un ensayo sobre algún personaje "histórico", nos dio a elegir desde reyes hasta líderes espirituales.

La puerta se abre dejando entrar a Stephanie quien bufa al ver que el único sitio disponible es a mi lado.

<<Yo tampoco estoy feliz por estar junto a ti>>, pienso mientras veo como deja su bolso a un lado y saca lo necesario para salir de aquí.

-Iré a hacer asuntos muy importantes, quédense así- avisa el profesor mientras sale del salón.

-Seguramente ira a la cafetería-comenta Scar rompiendo el silencio.

-Deja de hablar y trabaja-suplico mientras sigo escribiendo la información.

-¿Estas amargada?-pregunta Bruno sentado detrás de mí junto a Matt.

Volteo y lo miro seria.

-Recuerda que las vacaciones las pasaras conmigo.

Mi gemelo asiente rodando los ojos y yo vuelvo a ver mi hoja.

La observo y noto que media carilla ha sido borrada, miro de reojo a Stephanie y observo su borrador sobre la mesa.

-¿No te cansas de fastidiar?

La rubia me mira sonriendo y niega.

Ni lo pienso cuando me abalanzo a ella logrando que ambas caigamos al suelo. De fondo oigo los gritos de las chicas y las respuestas de los chicos de no poder intervenir.

Es cuando Stephanie logra empujarme y ambas quedamos enfrentadas.

-Nunca me cansare de hacerte la vida imposible-admite lanzándose contra mí pero antes de llegar a tocarme Scott la separa.

Los minutos pasan y cuando vuelve el profesor ya no hay evidencia de nuestra disputa, logrando no conseguir más horas de castigo.

Terminamos los ensayos y sin esperar a ver si están bien hechos salimos de ahí y nos dirigimos a la cafetería, incluida Stephanie.

-Deben buscar una forma para terminar esta rivalidad-habla Chad.

-¿Qué tal una competencia?-propone Scar.

-¿Eso no causaría más conflictos?- pregunta Stephanie y por primera vez estoy de acuerdo con ella.

-Tal vez-admite-, pero quiero terminar el año con algo divertido.

-No es tan mala idea-interviene Brenda.

-¿Hablas enserio?-exclamo mirándola incrédula.

-Planearemos una serie de eventos simples y la que gane más puntos gana.

...

-Es evidente que se están aprovechando.

Los "eventos" que mencionaron en la cafetería son muy diferentes a los que nosotras habíamos creído.

Primero tuvimos que pegar la mayor cantidad de cartulinas en los pasillos, luego jugar un juego de mesa, y ahora lavar los autos.

Agradezco que la primavera este llegando, más de una vez nos hemos lanzado agua o alguna esponja y de no ser porque hay sol estaríamos congelándonos.

Termino de secar la puerta y volteo a ver cómo va mi oponente.

¿Qué recibo?

Una esponja en la cara.

-¡Acordamos una tregua!-exclamo limpiándome el resto de espuma que quedo en mis mejillas.

Al final del día terminamos mojadas de pies a cabeza, con espuma por todas partes y ganas de dormir hasta el próximo año.

Luego de bañarme reviso mi celular, el cual me avisa que un nuevo mensaje ha llegado. Con solo ver a quien pertenece decido ignorarlo.

Papá está tratando de convencerme de algo que me dolería en el alma, pero temo que si no lo hago por voluntad propia todo va a empeorar y el recurrirá a medidas extremas.

No dudo de su capacidad para obligarme a hacer cosas que no quiero, pero mientras mamá tenga el poder de influenciarlo creo estar a salvo.

Últimamente mamá no ha logrado cambiar el rumbo de la conversación, porque a pesar de todo, sé que ella quiere que acepte.

Cuando se enteraron de todo lo sucedido con Dylan, la policía y Marissa se convencieron de esta idea, la cual no es mala, pero no es lo que yo quiero.

Ese algo me beneficiaria aparte de darme un trabajo estable, también lograría tener mi propio dinero y podría tener más libertad.

Pero aun viendo todo lo positivo no me siento lista para ese cambio.

Mi celular suena anunciando una llamada.

Mis padres son insistentes cuando quieren algo.

Solo me queda escuchar lo que tienen para decir y considerar todas las opciones, aunque estas sean un poco limitadas.

Antes de atender el llamado reviso que nadie deambule por los pasillos.

Por ahora es mejor callar, aun no es seguro y no quiero complicar mi decisión.

Solamente Omegas ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora