Capítulo 15.

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Marissa.

Tomo mis maletas y tras darle un vistazo a la residencia una vez más abro la puerta dispuesta a irme.

Como siempre, nadie me detiene.

El resto del día me la paso en un avión sentada entre medio de los hermanos Warren que no dejan de discutir hasta tal punto de estar deseando caer al océano.

Al llegar al departamento de los hermanos, lugar donde me quedaría hasta que firme el contrato, Marissa se va a su cuarto donde según Thomas, pasa la mayor parte del tiempo encerrada. El castaño me guía hasta el cuarto de huéspedes, espacioso y con una gran vista de la tan conocida "ciudad de la moda".

Luego de desempacar perezosamente me lance en la gran cama con acolchado blanco y numerosos almohadones.

Pero mi tranquilidad no duro mucho ya que Thomas entro a mi cuarto gritando que debíamos ir a la fiesta que haría un buen amigo suyo.

Con poco animo por recordar que mis amigos no me despidieron siquiera, solo los gemelos, Alaska, Kiara y Linds, tomo un pantalón junto a una camiseta dispuesta a dejar de torturarme pensando en mis errores.

Al salir de mi cuarto logro apreciar a Marissa con un vestido ajustado negro y unos tacones que sin duda la harán tropezar más de una vez más, me inspecciona y ríe divertida mientras comienza a caminar hacia la sala donde su hermano nos espera. La sigo extrañada de la falta de su crítica hacia mi persona, pero ignoro eso y solo pienso en olvidarme por un día de mi desastrosa vida.

Cuando llegamos la fiesta ya ha comenzado y las personas ya están más felices que en su día a día, todos saltan, ríen y se divierten mientras yo envidio su capacidad para olvidar el mundo que los rodea.

Nos acercamos a la barra y Marissa me pasa uno de los vasos luego de que los sirvieran.

<<No dudes de Marissa, te odia pero no te matara>>, pensé antes de beber su contenido.

No me considero una experta en alcohol pero estoy bastante segura que este sabor no lo he probado antes. Cuando quiero cuestionarle el contenido del vaso comienzo a sentirme mareada y Thomas comienza a hablar pero no lo oigo.

Y es cuando sé que me he desmayado.

...

Abro los ojos y logro ver a Thomas cruzado de brazos y serio mirando hacia un punto fijo en la pared.

-¿Qué me paso?- murmuro sintiéndome pesada.

-Realmente no puedo decírtelo, luego de esto no puedo verte a la cara sin sentir culpa- menciona sin mirarme.

-Explícate.

-Esa bebida que Marissa te dio contenía una sustancia envenenada aún no saben lo que fue, pero tendrá graves consecuencias, June ordeno que volvieras a la universidad junto a los demás cuanto antes.

-¿Consecuencias?

-Vómitos, desmayos, confusión entre otros.

-¿Leve o grave?

-Creen que es algo leve porque tienes sarpullido y vómitos, en caso de que sea grave podrías morir o caer en coma.

-¿Cuándo tomo el avión?

-En cuatro horas, ya empaque tus cosas mientras estabas desmayada.

-¿Cuánto tiempo estuve así?

-Dos horas.

-Gracias.

-¿Por qué? Cause esto indirectamente.

-Otro podría haberme dejado aquí y no hacerse cargo de sus actos. No te culpo, sabía que tu hermana era capaz de todo pero no creí que me hiciera esto. Tú solo preocúpate por hacerle entender que no es una niña y si alguien le cae mal por un simple capricho debe desaparecer.

Tal y como dijo Thomas ese mismo día tome un avión y ahora estoy bajando del taxi que me trajo a la universidad.

Con paso lento arrastro mi maleta suplicando que el medicamente que me dieron de efecto alguno y no me haga empeorar.

Antes de partir hable con June, sus palabras fueron claras, no me expondrá al mundo sabiendo que estoy así.

Abro la puerta de la residencia y lanzo mi maleta causando un ruido sordo y todos se acerquen a ver que ocasiono tal ruido. Entre llantos destrozo mi fotografía con mis padres que está colgada en la pared al igual que las fotos de las chicas con sus padres. Comienzo a lanzar todo lo que encuentro mientras maldigo a Marissa y las chicas tratan de contenerme.

Sigo así hasta que un mareo llega a mí y me tiro en el suelo a llorar.

-¿Qué paso?- pregunta Linds acercándose.

-No quiero hablar- murmuro para levantarme y buscar los medicamentes en mi maleta, tomo una pastilla y mi botella con agua para tomarla.

-¿Y esas pastillas?- pregunta Chad mirando el recipiente en el que vienen y cuando termina de leer me mira fijamente.

-Chad, no digas nada- pido tomando el recipiente evitando que los demás lo vean-, luego limpiare.

Sin decir más subo a mi cuarto dispuesta a hablar con Lauren.

Al menos destruiré a Dylan antes de que todo avance y me vea muerta.


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