Capítulo 11, parte 1.

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Te quiero.

Luego de los reproches de Scott decidimos ir a la fiesta en la noche y dejar descansar a nuestro amigo durante la tarde, o eso pensaba yo.

-¡Dejen de rayarle la cara!- susurre molesta quitándole la pintura a Bruno.

-Es solo una broma- susurro Matt sacándole fotos con mi celular.

-Empiecen a prepararse son las siete- avise a las chicas que comenzaron a correr y gritar.

La primera en estar lista- como siempre- fue Linds, luciendo un pantalón azul junto a una remera blanca y azul y unas plataformas azules.

De a una fuimos estando listas y ya para cuando el reloj marco las diez estábamos caminando por el bosque.

-¿Por qué no traje zapatillas?- se quejó Linds avanzando con lentitud.

-Cosas de la vida- mintió Scar sabiendo que es la responsable que falten cosas en la maleta de nuestra amiga.

Cuando llegamos al lugar acordado la música sonaba a todo volumen y parejas bailaban en una pista improvisada. Varios ya estaban ebrios gracias a la pequeña barra que hay aún lado.

Nos adentramos entre la multitud y nos vamos dividiendo, mientras los demás van a bailar Matt y yo vamos por las bebidas para todos.

Matt pide algo inentendible para mí a causa de la música y esperamos hasta que el chico nos da los vasos que cuidadosamente llevamos hasta nuestros amigos.

-¿Qué es?- pregunta Linds viendo el líquido en su vaso.

-¡No tengo ni idea!- digo lo suficientemente alto para que me escuche.

Horas después estamos ebrios pero aún tenemos algo de sentido común, bueno excepto Scar.

-¡Miren! ¡Un caballo!- chilla nuestra amiga señalando a una chica que está mascando chicle.

-Te cuento algo- habla mi hermano acercándose-, hace unos meses pase la noche que Brenda y te lo ocultamos, ¡sorpresa!

Ambos comenzamos a reír sin entender nada.

Bailamos entre nosotros mientras reímos por cosas sin sentidos y saltamos dando vueltas.

Cuando creímos no poder más nos sentamos en el césped sin dejar de reír.

Scar comenzó con sus malos chistes que a pesar de no tener gracia estábamos tan ebrios que parecían ser los ganadores de una competencia de risas.

-Saben, cuando me perdí en el bosque una señora me ayudo a llegar, pero ella también estaba perdida y terminamos aún más lejos, por eso llegue al amanecer- comento Scott riendo.

La noche siguió así y estoy bastante segura que mañana no recordaremos absolutamente nada.

-Te quiero- susurro Matt en mi oído.

Tal vez si recuerde algo después de todo...


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