Solamente Omegas ✔

Capítulo 20, parte 2.

Planes.

Corro hacia mi padre que me envía una mirada severa.

-No respondes tu teléfono-reclama.

-No me entran las llamadas-miento.

Mi hermano llega hasta nosotros y saluda alegremente a nuestro progenitor, el cual también sonríe y saluda felizmente a nuestros amigos pero su mirada vuelve a mí.

-¿Lo pensaste?

-No he decidido nada.

Su sonrisa se deshace.

-Ya no tienes tiempo de considerarlo si quiera-advierte.

-¿Papá de que hablas?-interviene mi gemelo.

El mayor lo ignora y me mira severamente.

-Tres días.

Abro la boca para replicar pero él ya está rumbo hacia su auto.

-¿De qué habla?

La voz de Brenda me saca de mi conteo de maldiciones para mi padre y vuelvo a la realidad.

-No es nada-miento y sigo caminando seguida por todos ellos que cuchichean intentado descubrir lo sucedido.

Veo a Roy acercarse corriendo y por sus expresiones sé que ha visto a nuestro papá, según él, nuestro progenitor lo mira de mala manera.

-¡Estoy seguro que me quiere enterrar!-grita en cuanto está a pocos pasos y me abraza.

-No es para tanto, solo no eres de su agrado-digo correspondiéndole.

-Eso no me tranquiliza.

-Lo sé.

Minutos después Roy se va y nosotros entramos a la residencia. Subo directamente a mi cuarto y trabo la puerta para estar totalmente sola.

¿Tres días?, ¿tres simples días? Tantas cosas que quiero hacer, momentos que quiero compartir...

No estaré en la entrega de diplomas, no hare el ridículo con mis amigos, no cantare con los demás...dejare una página en blanco en mi vida, porque será algo que nunca recuperare.

¿Qué siento? Impotencia de no poderlo contradecir y olvidar este asunto.

Tristeza de no finalizar el año con mis amigos, de no poder festejar la finalización del principio.

Enojo por no gritar, por no suplicar que cambien de idea.

Miedo por sus reacciones y por tener que mudarme a la capital yo sola y trabajar para alguien.

¿Me estoy rindiendo? Obviamente.

¿Me arrepentiré? Seguramente.

¿Quiero llorar? Como si hubiera visto el Titanic por milésima vez.

Y aquí estoy, llorando en silencio para no alarmar a los demás, y haciendo planes para mis últimos tres días junto a las personas que amo.

No sé cómo se los diré, no sé cómo se lo tomaran y no sé qué pasara, pero me limitare a vivir los mejores días y cuando llegue el momento...

Derrumbarme es lo único que hare.