Hija de Akatsuki.

Capítulo III - "Camino a establecerse "

Konan corría sin parar, luego de pasar rápidamente por Takigakure y Kusagakure desde Sangaku decidió desviarse por Iwagakure ya que pasar por Ame era demasiado, demasiado riesgoso. Estaba a punto de entrar a Ishigakure, corría ya que era una Aldea Oculta y por lo tanto, sus defensas son más fuertes que un casi pueblo como Ishi. Al ver una frontera, la reconoció como la frontera entre Tori no Kuni o País de las Aves dónde se encontraba Ishi, lo que significaba que el terreno de Iwa llegaba a su fin.

Paró unos segundos para respirar y reanudó su camino. Pasaría la noche en Ishi, tal parece. Había tenido que deshacer su avión de papel al pasar por Iwa, debido a que al ese país tener una defensa natural de rocas y montañas en el suelo, eran cuidadosos con las cosas voladoras que pasarán por sus tierras ya que el mismo circuito montañoso no los dejaba ver demasiado bien lo que sucedía fuera de ellos, y no había muchos árboles en el país, para decir que pudo haberse camuflado con ellos.

Con lo cual, su única opción fue correr a lo largo del país y esperar que no la atrapasen. Ya que se confiaban de su defensa natural y tenían descuidada las entradas por tierra, fue fácil entrar. Llevaba ya tres días en Iwa, ya que tuvo que recorrer de un lado del país, a otro. Se escondía en cuevas y callejones abandonados por la mañana y al caer la noche reanudaba el paso usando shunshin algunas veces.

[Bienvenidos a Tori no Kuni]

Decía un cartel muy descuidado, con un ave casi totalmente borrada al lado.

Siguió corriendo y al fin llegó a un pueblo. Era bastante pequeño, admitió, pero así estaba bastante bien.

Llegó a las puertas del pueblo y fue recibida por nadie más que un olor a pan recién hecho.

- A pesar de ser un pueblo, pensé que tendría un poco más de seguridad... -analizó mentalmente la antigua Akatsuki mientras observaba sus alrededores. Nada. Sólo niños jugando, señores tratando de vender sus productos, señoras cuidando a los chiquillos que parecían tener energía infinita y resistencia envidiable.

Nada interesante. Al ser un pueblo pequeño, al cual muchos turistas no iban, no había ninguna posada. La fémina se abstuvo de bufar como eso era fuera de carácter y eligió pasar nuevamente la noche en lugares inusuales, como había hecho los días que estuvo en Iwa. Hablando de su camino, había asesinado algunos espías a los cuales reconoció debido a que se había reunido con ellos pocas veces, ahora era esperar que Akatsuki se centrara en lugares cerca de Kumo y Konoha, bastante lejos de ella. Salió de su ensismamiento como oyó una puerta cerrándose junto al familiar susurro de una vela apagándose. Pronto todos los habitantes estaban dentro de sus casas.

Eran alrededor de las siete de la noche, y todo mundo estaba en sus camas dormitando. Konan se dirigió a un árbol el cual había estado hechándole un ojo desde hacia unas horas y subió, usando sus habilidades con papel formó una hamaca entre las dos ramas más fuertes y se durmió, esperando un nuevo día.

[ En la guarida de Akatsuki, al mismo tiempo en que Konan dormía en Tori no Kuni ]

- ¿Qué haremos, líder? -interrogó Kakuzu, a su lado se encontraba Zetsu, Sasori, Kisame, Orochimaru y el compañero de Kakuzu, quien recientemente se había unido a las filas.

- Han habido asesinatos de algunos de nuestros espías cerca de Kumo... Nos movilizaremos por los alrededores, en Takigakure, Kusa, y aventurándonos un poco en Kiri ya que el hombre misterioso de hace casi dos semanas parece ser el asesino. Si fue lo suficientemente fuerte como para matar a Konan, sin embargo, no sabemos si son dos o únicamente uno. Así como estamos desprovistos de certeza en cuanto a sus poderes. -habló Pain posando su mirada intimidadora distribuyéndola entre los miembros restantes. No lo quería admitir, pero lo de Konan le había dolido un poco, aunque sólo un poco. Llorar era algo que un dios como él no se podía permitir, era demasiado bajo y degradante.