Capítulo V - "Lugares y viajes"

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Konan abrió sus ojos decidiendo que se despertaría, como ya estaba acostumbrada, en su hamaca de papel. Había ya encontrado un lugar para hacer su casa, una ladera bastante lejana a Ishi, que sentía que la alejaba aún más de la civilización. Bueno, no hay otra opción. Había pasado ya tres semanas desde que llegó allí, al lugar sin nombre entre Suna e Iwa. Había encontrado la ladera hace una semana.

Había deshecho su antiguo campamento donde se había asentado y ahora dormía en un árbol al lado de la ladera, sus clones y ella dedicaban su día a recolectar madera, piedras, agua, comida, hierbas medicinales y demás suministros. Los cinco clones que había mandado a asesinar algunos espías habían vuelto ya, aunque sólo volvieron dos. La misión fue un éxito y ahora había mandado dos pelotones de cinco. Uno, para matar más espías de la organización, y otro para ser de espías en bares de las aldeas, para no mantenerse totalmente aislada. Hacer esos clones hizo que se desmayara por dos días debido a que los sobre cargó con chakra, pero era para que no se disiparan, despertando algo desorientada.

Otra cosa que hacía con otro grupo de clones era ir haciendo un hueco dentro de la ladera, hacían unos chakram de papel que facilitaba significativamente el proceso y ya iban a más de la mitad del tamaño en que quería su casa. No iba a ser muy grande, ya que no pensaba tener otra hija o hijo, pero el ir haciendo altura en la ladera sin que haya derrumbe era difícil de alguna manera.

Se levantó de la cama y comenzó su rutina. Que consistía en comer, bañarse, recolectar suministros, ayudar en la construcción del hueco en la ladera, almorzar, volver a recolectar suministros, ayudar nuevamente en la recolección de suministros, guardarlos en su pequeño campamento al lado de lo que será su casa, cenar y dormir.

Planeaba viajar a Suna mañana para conseguir un médico, ya que necesitaba llevar un registro de su embarazo, y al menos saber cuántos meses tiene.

Y si se puede, saber el género de su bebé.

Básicamente así era la vida de Konan en aquel lugar, y luego de haberse dormido, tras completar su día, pensaba en el camino largo que tendría que recorrer para buscar un médico en Sunagakure. Había oído que ese campo no era muy explorado, y que se especializaban más en venenos que en antídotos para éstos.

[ Con los clones, en la ladera, mientras Konan dormía]

Cada clon trataba de hacer el mayor daño posible, ahora ya casi estaban por terminar el hueco donde su maestra, "Original" podría asentarse finalmente. Otros buscaban más troncos para poder hacer una armazón de madera dentro de él hueco que hacían, ya que si algo pasaba por encima, podrá ocasionar un derrumbe y un fuerte armazón de madera puede evitar un destino trágico y lamentaciones que pudieron ser evitadas.

Aún al estar cerca de dos países con climas áridos, la noche no era clemente y el frío que los envolvía hacía que se turnen, por ejemplo, mientras dos clones trabajan, los otros tres están al lado de la hoguera, calentándose un poco. Luego esos tres trabajan mientras los otros dos están al lado de la hoguera. Sin embargo esa noche no quisieron turnarse ya que el trabajar hacia que el cuerpo tomara mayores temperaturas corporales, además, hoy no habían encendido una fogata debido al hecho de que uno de los clones del pelotón de espías volvió y dijo que un mercante de Iwa pasaría hacia Suna para tratar de vender sus productos, a pesar de que las dos aldeas no se llevan bien por el odio que Iwa alberga por Konoha, y la alianza que tiene Suna con Konoha. La lógica del mundo de la política desde siempre ha sido complicada.

A pesar del frío sudaban y el estar empapados de sudor frente a un clima de bajas temperaturas no era la mejor cosa, y mucho menos su idea de comodidad.

[ Con Konan, mañana siguiente, 5:00 am ]

Konan ya estaba preparada para su viaje a Suna. Había dado recién las instrucciones que siempre daba a sus clones, había desayunado y se preparaba para salir en busca de una doctora incluso antes de que saliera el sol. Había arrancado un trozo de su camisa haciéndola de forma considerable más corta, para hacerse una capucha para ir medianamente protegida del abrasador sol de el País del Viento.

Hija de Akatsuki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora