¡Hey, Sehun! [Oh Sehun]

Uno

Editado.

Una vez más me encontraba mirándolo con curiosidad.

Oh Sehun, un chico de mi clase que no había notado, hasta hace tres días. Pero, ¿cómo notarlo, si se sienta al fondo y no emite sonido alguno?. Ahora que el profesor había decidido mandarme a sentar atrás porque hablaba mucho con mi mejor amigo, Byun Baekhyun, pude darme cuenta de la existencia de Sehun.

Pensé que era nuevo, pero escuché que ya estaba en esta escuela hace dos años. Vaya que soy distraída.

La verdad, Sehun me daba curiosidad.

No hablaba con nadie, no participaba en las clases y siempre estaba serio. Era misterioso, e interesante. Aunque podía llegar a darme un poco de miedo a veces.

Según me contó un compañero, Chen, varios han sido los que han intentado hablar con el pero nadie lo ha conseguido. Ha tenido chicas detrás suyo, pero con ese humor poco le duraban. No era feo, para nada, era normal que algunas se le tiraran como gatas en celo.

Nunca reuní el valor para ir y hablarle, sentía que iba a matarme con la mirada o simplemente ignorarme. Después de todo, eso era lo que hacía con todos.

Sehun se había ganado el odio de muchos. Algunos le inventaban apodos ridículos e inútiles, sin él haber hecho literalmente nada.

Debido a mi falta de confianza con Sehun, decidí hablar con el de otra manera. Le haría una carta.

Sehun no tenía a nadie con quien hablar, creo que una pequeña nota le alegraría el día. O al menos eso espero.

“¡Hey, Sehun!…

¿Cómo estás? Espero que bien.

La verdad, no tenía el valor de ir contigo y hablarte, así que decidí hacerte una carta. Eres misterioso, ¿lo sabías?

Me gustaría saber por qué eres tan serio. Lo sé, puedo llegar a ser muy curiosa.

En fin, ¡sonríe!. Apuesto a que tu sonrisa es muy bonita, además, sonreír es gratis y no hace daño.
                                                    -Hee Sook”

Doblé la carta y esperé hasta el receso, para dejarla en el asiento de Sehun sin que él lo supiera.

(…)

—¿¡Qué hiciste qué!? —exclamó Baekhyun, con la boca llena de comida.

Rodeé los ojos divertida, y reí.

—Ya, Baek. No seas cochino, primero traga y luego hablas. —lo regañé y señalé de forma acusadora con mi dedo.

—Lo aprendí de ti, así que cállate —se limpió la boca y acabó de tragar —. Ahora, al punto inicial, ¿¡cómo diablos pudiste escribirle una nota a Oh Sehun!?

Volví a reír. Baekhyun podía ser exagerado. Él convertía todo en un drama.

Ni que hubiera matado a alguien, no aún.

—¿Qué tiene de malo? —dije, en defensa mía —. Sehun no tiene amigos, una amiga no le vendría mal.

Baekhyun bebió de su vaso, mientras miraba en dirección a Sehun, quien estaba en una mesa en la cafetería. Era extraño verlo aquí, casi siempre se aislaba e iba a otro lugar.

Aunque, como era de esperarse, estaba solo en la mesa.

—Es Oh Sehun, podría matarte —revoloteó sus manos —. ¿Quién me cocinará sopa? ¿quién me ayudará a hacer mi tarea, que probablemente no entienda?