L A D E C I S I O N

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Una tarde de Mayo los padres de los signos Zodiacales decidieron algo. Algo que sería bueno para el equilibrio del Zodiaco, aunque probablemente esa idea costaría mucho dinero, paciencia, la aprobación de sus hijos, y algunos problemas.

Decidieron que los signos vivirían en la misma casa e irían a la misma escuela.

Todos eran menores de edad, por lo que se suponía eso era imposible, pero vamos, eran signos del Zodiaco y tenían sus privilegios.

Algunos signos se lo tomaron perfectamente; extrañaban demasiado a sus amigos y querían verlos, otros... no tanto.

—¿¡Hacer qué!? —exclamó Aries, viendo a su padre incrédula.

—Vivir en la misma casa. Todos —repitió, Aries frunció el ceño.

—¿Hice algo malo? ¿O por qué me están castigando? Si quieren lavo los trastes-

—No es un castigo, Aries —contestó su padre—. Lo decidimos todos.

—¡Pero es imposible! No pienso vivir con ellos. Son sucios, insoportables e irresponsables. Seguramente los únicos que han madurado son Virgo y Capricornio.

—Si han madurado te ayudarán a mantener todo en orden.

—¡Mamá! —Aries vió a su madre, buscando ayuda.

—¡No me mires a mi! Esas son cosas del Zodiaco.

Aries suspiró y se recostó en su cama.

—Comienza a empacar, mañana te vas.

A continuación, sus padres salieron de la habitación.

—Por favor, que hayan madurado al menos un poquito —murmuró Aries.

(...)

—¿Entonces esperas que vivamos en una casa sin que ésta explote? —preguntó Tauro, su madre asintió.

—Eso sería genial, sí.

—¿Tengo alguna alternativa?

—No.

—Pues bien, supongo.

Su madre sonrió.

—Mañana te irás, prepara tus cosas —dijo antes de salir.

Tauro tomó una galleta y la mordió.

—Será un desastre, y será genial.

(...)

—¿Todos en la misma casa? —cuestionó Géminis, su madre asintió—. ¿Todos juntos?

—Sí, todos juntos.

—¿Todos, todos? ¿Aries, Tauro-

—Todos, Géminis.

Géminis vió al suelo sin saber como reaccionar, luego dió un salto en su cama.

—¡Será genial! ¡No puedo esperar a llegar! Comenzaré a sacar mis cosas ya.

(...)

Los padres de Cáncer ya habían salido de su habitación y la chica se hacía muchas preguntas.

¿Cómo sobrevivirían? ¿Quién estaría a cargo de ellos? ¿Podrían estar ahí más de dos días sin hacer un desastre?

Dios, debía prepararse ya.

(...)

Leo estaba guardando todas sus cosas en varias maletas.

Conocía a esos chicos de toda la vida, pero debía llegar deslumbrante y mostrando que le había ido genial.

¡Sería asombroso!

(...)

—De ninguna manera me iré a vivir con esos orangutanes —repuso Virgo.

—Ya lo veremos —contestó su padre—. Mañana llegará tu taxi, y tendrás que ir sí o sí.

Virgo suspiró.

—Ya lo veremos.

(...)

—¿En serio tenemos que hacer eso? —preguntó Libra.

—Es obligatorio —contestó su padre—. Todos irán.

—Ugh, ¿Por qué tengo que ser un signo del Zodiaco?

—Prepara tus cosas, y no seas dramática, muchos amarían vivir con sus amigos.

—Oh, con los míos no, eso seguro.

(...)

—No iré —dijo Escorpio.

—No te estaba pidiendo permiso. Irás.

Escorpio puso los ojos en blanco.

—Bien, supongo. Pero no me mires si alguien llega a morir.

Su papá sonrió.

—Hijo, si algo le llega a pasar a esos chicos, no te conozco.

(...)

—Esa es la peor idea que he escuchado en mi vida —dijo Sagitario—, ¡y me encanta!

—Perfecto —contestó su padre—. Pero nada de hacer desorden, ¿Sí?

—¿Yo? ¡Nunca!

(...)

—¿Tengo otra opción? —cuestionó Capricornio, su padre negó con la cabeza—. ¿Qué dijo Leo?

Leo era su hermano menor. Capricornio nació un Diciembre, y su hermano nació en Julio del año siguiente. ¿Qué como era posible eso? Bueno, su padre había tenido una pequeña aventura con una mujer. Después de lo que pasó, la madre de Capricornio perdonó a su padre, y adoptó a Leo, pues su verdadera madre en realidad no quería ser madre.

—Bastante bien —contestó—. Ya está empacando.

—Lo imaginé —se encogió de hombros—. Comenzaré a empacar.

Su padre asintió y salió de la habitación.

(...)

—Creí que nosotros estábamos locos, ¿Pero ustedes? Wow, se llevaron el premio —dijo Acuario.

—No lo entiendes —contestó su madre—. Sólo saca tus cosas, mañana te irás.

—Oh, no tienes que pedirlo.

(...)

—¡Oh Dios! ¡Comenzaré a sacar mis cosas! Será asombroso —exclamó Piscis.

Su madre se alegró de que la idea le gustara.

Todos los signos ya tenían todo preparado para el siguiente día.

Finalmente, se verían después de cinco años.

*****
Se siente muy bonito volver a escribir esto, jaja. Espero que les guste la historia editada, será casi lo mismo, pero con menos faltas de ortografía y algunas sorpresas.

—Jazz.

The Zodiac Life [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora