La casa se encontraba en silencio absoluto.
Sagitario permanecía tirado en el suelo, aburrido, mientras Acuario y Géminis compartían gomitas en el comedor. Por otra parte, Escorpio estaba encerrado en su habitación.
Los demás estaban en la sala, sentados con sus celulares sin saber qué hacer. Tenían sólo dos semanas más de vacaciones y debían aprovecharlas, ¿pero qué podían hacer?
Capricornio bostezó, y estuvo apunto de levantarse para ir a dormir a su habitación cuando los pasos de Escorpio bajando las escaleras lo detuvieron.
—Chicos —los llamó, sentándose junto a Tauro. Se le veía emocionado, lo cual era poco común.
—¿Qué? —respondió la mayoría de mala gana.
—Bueno, estaba navegando por Internet y encontré un lugar al que podríamos ir —contestó. La cara de sus amigos cambió de inmediato.
—¿En serio? ¿¡A donde!? —cuestionó Cáncer.
—A los bolos. Nunca hemos jugado juntos, ¿No? Deberíamos ir, están cerca de aquí, ¿Qué dicen? —luego volteó a ver a Capricornio—. ¿Sí?
—Bueno, si ustedes quieren...
Todos se levantaron de un salto, emocionados y comenzaron a celebrar.
—Esperen —interrumpió Aries—. ¿Cómo irémos? No tenemos carro, y no pienso caminar.
—Ah, cierto —murmuró Sagitario. Todos volvieron a sentarse.
—No se preocupen, tengo un amigo que nos puede llevar —dijo Tauro, sacando su celular. Todos comenzaron a celebrar de nuevo y corrieron a cambiarse de ropa.
Después de unos minutos salieron de la casa y se encontraron con un pequeño taxi y un hombre de mediana edad. En cuanto vió a Tauro sonrió.
—¡Tauro!
—¡Javier! —corrió a saludarlo—. Chicos, este es Javier, él nos llevará.
—Eh, Tauro, somos doce personas, dudo mucho que podamos entrar en ese carro —dijo Capricornio.
—Claro que podremos.
Al final, encontraron una forma de acomodarse. En el asiento del co-piloto iban Tauro y Escorpio, esperando que ninguna patrulla los detuviera. En el asiento de atrás Leo, Acuario, Capricornio y Aries iban sentados, con Géminis, Cáncer, Libra, Virgo y Piscis sentadas sobre las rodillas.
—Esto no es cómodo —murmuró Libra.
—Bueno, al menos no vas en la cajuela como Sagitario —dijo Acuario.
—¡Esto es genial! —exclamó el chico desde la parte trasera del taxi.
—Aquí tiene la dirección —Escorpio le dió un papel a Javier.
—¿Estás seguro de que quiere ir ahí? Ese lu-
—No haga preguntas y conduzca —murmuró Escorpio, dándole un billete de 20 dólares. Javier se encogió de hombros y cerró la boca, luego condujo hasta la dirección.
—Llegamos —anunció. Todos se bajaron con dificultad del carro y sacaron a Sagitario de la cajuela—. Pueden llamar si necesitan algo.
—¡Gracias, Javier! —todos se despidieron y vieron como el taxista se alejaba.
—Bueno, ¿En donde es el boliche? —preguntó Virgo.
—Ahí —Escorpio apuntó a un local al otro lado de la calle. Definitivamente era un boliche, pero las luces estaban apagadas y no parecía estar abierto.
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The Zodiac Life [EDITANDO]
HumorDoce signos viviendo juntos, seis hombres y seis mujeres, ¿Que tan malo podría ser?