Tauro le entregó a Aries el pedido del siguiente cliente y se recargó en el mostrador.
—Finalmente, el último —suspiró. Aries le dió la orden a los cocineros y cuando estuvo lista se la entregó al último cliente.
Era su segunda semana trabajando en McDonald's, y no era tan malo como creían, pero podía resultar pesado cuando se llenaba el lugar.
—Sólo 20 minutos más y descansamos, amigo, sólo 20 minutos más —murmuró Aries, Tauro asintió, tratando de mantenerse positivo.
Aries le dió una palmada en el brazo para que se acomodara de nuevo en el mostrador y volvió a su lugar. Cuando Tauro volteó se encontró con una chica frente al mostrador.
—¿Puedo ayudarte en algo? —preguntó el rubio.
—Oh, no, ya me voy, pero gracias —contestó, y extendió la mano, ofreciéndole un papel.
—Gracias —Tauro sonrió, incómodo y la chica salió del lugar.
—¡A ver! —exclamó Aries, quitándole el papel. Cuando lo leyó rio—. Otro número de teléfono, ¿Quién diría que eres todo un galán?
—¿Por qué tengo que ser tan encantador? —se preguntó Tauro, suspirando, mientras guardaba el papel en su bolsillo.
—Leo debe estar orgulloso de ti —bromeó Aries—. ¿Llamarás a alguna?
—Ni de chiste —contestó—. No las conozco.
—Uhh, si les hablas lo harás.
—No lo entiendes. No quiero salir con alguien que solo esté interesado en mi físico.
Aries se encogió de hombros.
—Bien, tu decisión.
(...)
Géminis se abrió paso entre la multitud, buscando a Cáncer.
¿Como había terminado así? Ah, claro, el maldito Jenga.
Uno se preguntará, ¿Como habían pasado de jugar Jenga a tener una multitud escondida debajo de la biblioteca? Una historia bastante interesante y propia de los signos del Zodiaco.
Después de varias partidas intensas de Jenga con libros, un chico bajó al sótano, buscando un libro de Geometría.
—Hola, ¿Podrían-
Se detuvo cuando vió a las chicas frente a una pila de libros en forma de torre.
—¿Necesitas algo? —preguntó Géminis, el chico se aclaró la garganta.
—Ah, sí, un libro —contestó, con la vista en la torre—. Disculpen, ¿Qué demonios es eso?
Cáncer vió la torre y sonrió.
—Estamos jugando Jenga con libros, es genial.
—Parece interesante —contestó el chico—. ¿Les importa si juego una partida?
Géminis y Cáncer se vieron entre sí.
—Nah —se encogieron de hombros e invitaron al chico a jugar.
No jugaron una partida. En realidad fueron 12. Cuando se dieron cuenta era de noche y tenían que cerrar la biblioteca.
—¡Fue genial jugar con ustedes! —exclamó el chico; Daniel—. ¿Puedo venir mañana?
—¡Por supuesto! —contestó Géminis, Cáncer asintió.
—¿Podría traer a algunos amigos? Las amarán, son las chicas más geniales que he conocido.
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The Zodiac Life [EDITANDO]
HumorDoce signos viviendo juntos, seis hombres y seis mujeres, ¿Que tan malo podría ser?