Virgo tomó su trabajo impecable y lo metió a una carpeta, su trabajo había quedado perfecto.
-¿Ya terminaste tu trabajo, rarita? -preguntó un chico.
-Sí -contestó fria-. Veo que tu no, que sorpresa.
Sonrió sarcasticamente y se volteo.
-Estaba esperando a que terminaras el tuyo -le arrebató su trabajo y lo comenzó a hojear.
-¡Suelta mi trabajo, maldito orangután! -exclamó tratando de tomarlo.
-Oh, pero mira que pulcro te ha quedado, sería una lástima que se manchara -la amenazó.
-¡Sueltalo! -gritó enojada, nadie quería a una Virgo enojada, asustaban a todos.
-Bien, pero sólo porque soy bueno -tiro el trabajo en su banco.
-Maldito idiota -murmuró.
Tomó su trabajo y lo plancho con las manos.
-Tienes que dejar de ser tan perfeccionista -dijo Mark, el chico que la molestaba.
-Y tu tienes que dejar de ser un idiota -se encogió de hombros.
Mark la miró mal y se sentó en su lugar.
Al finalizar la clase una chica le llamó a Virgo.
-Oye, dijeron que había algo tuyo en el armario del conserje.
Virgo fruncio el ceño.
-No recuerdo haber dejado nada, pero está bien -se escogió de hombros y fue al armario-. No veo nada.
Sintió como alguien la empujó y cayó al suelo, luego cerraron la puerta.
-¡No! -exclamó y comenzó a golpear la puerta-. ¡Abran!
-Creí que te gustaba la limpeza, ahora estás con lo que te gusta, ¿No? -escuchó la voz de Mark.
-¡Déjame salir! -siguio golpeando la puerta mientras gritaba-. ¡Mark!
-Tendrás que quedarte aquí hasta que el conserje llegue -dijo Mark-. Hasta mañana, Virgo.
-¡No! ¡No! -pateó la puerta y las lágrimas no tardaron en salir.
Se tiro al suelo y se llevó las manos a la cabeza.
-¡Por favor! -le dio otro golpe a la puerta-. Alguien.
Tomó su celular, no tenía señal
-¡Maldita sea! -se subió a un mueble y trató de conseguir señal pero no pudo.
Volvió al piso y se llevo las manos a la cabeza.
-¡Alguien saqueme! -gritó con desesperación, se acostó en el suelo y cerró los ojos sollozando-. Estúpido Mark.
Bostezó y quedó hundida en un sueño profundo.
(...)
Abrió los ojos de golpe, su espalda le dolía, se sentó sobre el duro piso y se sobo la cabeza.
Vio a la pared, que era iluminada por la luz que entraba por una pequeña ventana, tomó su celular y vio que tenía dos rallas de señal.
-¡Si! -exclamó y marcó al numero de su amiga.
-¿Bueno? -contestó Aries.
-¡Aries! Necesito tu ayuda, necesito que vengas a mi secundaria.
-¿Qué pasó? -preguntó preocupada.
-Unos idiotas me encerraron en el armario del conserje, por favor ven -pidió.
-Bien, ahora llego -colgó, Virgo guardó su celular y esperó a Aries.
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The Zodiac Life [EDITANDO]
HumorDoce signos viviendo juntos, seis hombres y seis mujeres, ¿Que tan malo podría ser?