The Zodiac Life [EDITANDO]

P A S T : C A N C E R

La chica no podía dejar de sollozar, se llevo una mano a la boca, tratando de dejar de llorar.

—¡Ya cállate! —gritó su papá.

Cáncer estaba en el suelo de la sala mientras su papá —un hombre borracho y bueno para nada, que había estado desaparecido una gran parte de su vida y cuando volvió sólo lo arruino todo—, estaba viendo la televisión, unos momentos antes había golpeado a su propia hija y ahora quería ver la televisión como si se lo mereciera.

—¡Que te calles! —exclamó asustando a Cáncer, contuvo la respiración, tratando de no sollozar más.

Dirigió su mirada a su mamá, quien estaba en la cocina haciendo de comer desesperadamente.

Se levantó del suelo y puso los platos en la mesa, tratando de no hacer ruido.

—Mamá, ¿Me puedo quedar en mi cuarto? —preguntó—. No tengo hambre.

Su mamá asintió.

Fue a su cuarto y se acostó, odiaba a ese hombre, lo odiaba con todo su cuerpo, pero también tenía miedo de algún día llegar a ser como el.

Tomó su celular y buscó en google.

Como deshacerse de un bueno para nada que te golpea.

Abajo aparecieron ventas de pistolas en el mercado libre.

Bien, tal vez no fue una buena idea.

Se recosto sobre su cama y miró el techo.

¿Como podía deshacerse de su papá? Sonaba como algo horrible, pero estaba harta de el y sus estupideces. Cáncer nunca le había deseado el mal a alguien, pero no le molestaría que un camión atropellara a su papá.

Un mensaje hizo vibrar su celular, era el grupo de Whatsapp en el que estaba.

Leo: Oigan, deberíamos hacer una reunión

Piscis: No sé, no estoy de humor.

Leo: Contigo hablaré después

Leo: Oigan! Contesten

Libra: Yo voy, ya tengo ganas de verlos ❤

Escorpio: Yo no.

Escorpio: Pero voy a ver si estoy libre.

Acuario: HAY QUE IR A LA PIZZERÍA

Sagitario: Yo puedo llevar unas cervezas, si quieren, sólo digo

Tauro: Siempre estás pensando en alcohol.

Cáncer: Yo no podré ir, mi papá es algo estricto.

Leo: Que mal, yo quería que fueran todos

Piscis: Espera, ¿Tu papá?

Cáncer recordó que Piscis no sabía que su papá había vuelto, se dio un golpe en la cara esperando el sermón de Piscis.

Su celular comenzó a sonar, suspiró y contestó.

—¿Si?

—¿¡Tu papá!? —escuchó la voz de Piscis al otro lado del telefono—. ¡Ese hombre no puede decirte que hacer después de abandonarte toda tu vida!

—Lo sé, pero no puedo desobedecer, es mi papá —se excusó.

—¡Ese no es tu papá! Es un desobligado.