P A S T : A R I E S

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—¡Mamá, vuelvo en un rato! —exclamó amarrando sus agujetas.

Aries tenía 15 años, iba a ir al parque a patinar.

—Cuidate mucho —le dijo su madre antes de que se fuera.

—¡Seguro! —la chica salió de casa patinando, era muy buena con los patines, patinó hasta el parque más cercano y fue a la cancha.

—¿Como te va, Dean? —preguntó dando vueltas, Dean, un chico de ojos azules trataba de encestar una pelota de básquet ball.

—No muy bien, comienzo a creer que este no es mi deporte —contestó exhausto.

—Que extraño que lo mismo pasó con el soccer, fútbol americano, quemados, baseball y tenis.

—Ya sabes lo que dicen, la séptima es la vencida —le lanzó la pelota—. Además, ¿Puedes hacerlo mejor que yo?

—Puedes apostarlo —patino dentro de la cancha y encestó—. Lamento decírtelo, pero eres pésimo en los deportes.

—Tengo confianza de que me va a ir mejor en el Lacross —dijo esperanzado—. De todas formas, ¿Que haces aquí?

—Oh, nada, sólo vine a pasear.

—¿Y a ver el ensayo de las porristas? Que las veas no va a hacer que entres al equipo.

—¿Qué? ¡Por supuesto que no! ¿Por que querría entrar a ese tonto equipo? ¡Asco!

—¿Esa no es Ashley? —preguntó sorprendido.

—¿¡Que!? ¿Donde? —volteó bruscamente y se cayó, golpeandose el trasero—. Dime que no vio eso.

—No lo vio por que no venia —Dean le dio la mano—. En serio, ser parte de las porristas no es la gran cosa.

—Si es la gran cosa —respondió sobandose el trasero—. Todos las conocen, van a un monton de fiestas, tienen un monton de chicos detrás de ellas...

—No necesitas ser porrista para tener un montón de chicos detrás de ti —alzó las cejas.

—Eres muy dulce, Dean, pero sólo lo dices por que eres mi mejor amigo —contestó, Dean suspiró.

—No te emociones ni nada, pero ahí vienen —apuntó detrás de ella.

—No voy a caer otra vez, tonto —se cruzó de brazos.

—¿No me crees? Míralo tu misma.

Aries volteó y vio como las chicas se acercaban. Frente a ellas iba Ashley, obviamente, ella era la abeja reina, Aries se quedo en Shock. ¿Por que se emocionaba? Tal vez ni iban con ella, ¿O si? Parece que se dirigen a ella.

—¿Aries? Deberías respirar —Dean le dio una palmada en la espalda.

—¿Qué? Estoy bien —contestó distraída.

Su amigo puso los ojos en blanco, odiaba que Aries le pusiera tanta atención a esas tontas populares.

—¡Hola! —saludó Ashley—. Chicos, quiero invitarlos a la fiesta en casa de Lele, no pueden faltar, va a ser espectacular.

Las dos chicas que venían con ella asintieron entusiastas.

—¡Claro! Yo iré, te veo ahí  —se apresuró a contestar Aries, Ashley vio a Dean, esperando una respuesta.

—No creo que vaya, no me gustan las fiestas —contestó.

—Es una pena, aún así espero que los dos se presenten, los veo esta noche —les guiño un ojo y luego se fue.

The Zodiac Life [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora