Capítulo 21

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Intente contactar con James.

Le llame al teléfono, le envié mensajes pero nada.

Al día siguiente decidí ir a su casa, su madre me abrió la puerta y me dijo 'No ha vuelto, estoy preocupada'.

Después de ir a la casa de James fui a mi casa.

Me senté en las escaleras de mi casa.

Miré hacia la casa de los nuevos vecinos.

Estaba el hermano de Candice, Robber, que me saludo y yo le devolví el saludo.

Me puse en pie y me dirigí a la casa de Candice y su familia.

Toqué la puerta.

-Hola vecina.-me volvió a saludar Robber-.

-Hola,¿Esta Candice?.-pregunté-.

-No, ha salido hace un par de horas.-contestó-.

-¿Sabes por casualidad a donde a podido ir?-.

-Me temo que no, lo siento-.

-No pasa nada, gracias de todas formas.-dije mientras bajaba las escaleras de la entrada de su casa.

'¿A donde has ido pedazo de perra?' pensé.

Volví a llamar a James pero el contestador saltaba cada vez que le llamaba.

Entré en mi casa y me metí en mi dormitorio.

Estaba a punto de estallar.

No podía permitir que esa zorra le hiciese daño a un amigo/a.

No podía dejar de pensar en que era mi culpa haberle metido en esto, ella le vio conmigo y decidió hacerle daño, eso me dolía.

Mis puños dieron un golpe de rabia en el escritorio de mi habitación.

La rabia dominaba mi cuerpo, y eso no era bueno.

Cerré los ojos.

Mis puños estaban llenos de rabia.

La cabeza me dolía, sentía pinchazos en la sien.

Un liquido caliente subía por mis venas, poco a poco la rabia y la ira gobernaban mi cuerpo.

Abrí mis manos, me había clavado las uñas en la palma de las manos, estas estaban sangrando.

Noté como ese liquido caliente subía por mi cuello, me miré en el espejo.

Mis ojos eran ahora de color rojo.

Sentía que podía dominar mi fuerza.

Baje las escaleras de mi casa y salí a el patio.

La vi.

Candice estaba en la calle.Me dirigí hacia ella.

Mientras me acercaba en su rostro se notaba que temía.

La cogí del cuello y la empujé contra un árbol y la tiré a el suelo.

-¿Donde esta?.-le pregunté con mi mano es su cuello-.

Ella no decía nada.

Le pegué un puñetazo en la cara.

-Que inocente eres.-dijo e hizo una pausa.-Tu amigo esta mejor medio muerto que contigo-.

Noté como la rabia cada vez se apoderaba más de mi.

Le levanté en el aire durante cinco segundos y la solté bruscamente en el suelo.

El Diario De Kath (ABANDONADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora