Capítulo 22

147 16 5
                                    

Tan solo estábamos James, los guardias y yo.

James y yo nos mirábamos tratando de escapar de allí.

Escuchemos unos pasos de alguna persona.

Los guardias no temían.

La puerta se abría poco a poco.

Los guardias apuntaron con una pistola hacia la puerta.

Aparte la vista por un momento y cuando volví a mirar ambos guardias estaban en el suelo.

Mire fijamente a el hombre que estaba en la puerta.

El se acercó a James y le soltó.

Se acercó a mi.

Me miro fijamente.

Su mano rozó mis heridas tratando de no hacer daño.

-No debí permitir que esto pasara.-dijo Ian-.-

-Solo sácanos de aquí.-dije-.

Salimos de la sala.

Había un pasillo por el que había que pasar que estaba lleno de guardias, Ian sabía una escotilla de escape,así que nos saco por ahí.

Ian nos llevo hasta afuera sin que nadie nos viese.

Nos montamos en el coche con el.

Nadie hablaba aunque todos queríamos.

-¿Como sabias que estábamos aquí?.-pregunte seria-.

-Sabía que tú estabas aquí.-remarco el 'tu'.-Gracias a que encontré el coche de tu madre aquí y pensé que tu madre no estaría aquí, decidí entrar allí estabais, mi pregunta es ¿Por qué?-.

-Candice, esa rubia a a que te has tirado, esa quiere acabar conmigo.-dije-.

-Y conmigo.- dijo James-.

-Que sepas que tu estás aquí por ella, si no seguirías en esa vieja fabrica.-dijo Ian.- Cierra la boca-.

-Tenia que haberla matado.-dije-.

-No eres capaz de eso.-dijeron ambos al unísono-.

-Esta mañana he estado a punto de matarla, aplastar su cuello.-dije.-Hoy a salido mi verdadero yo.-dije-.

-Debo hablar seriamente contigo, Kath.-dijo Ian-.

-Lo que quieras saber lo dices delante de el.-dije-.

-Upss, que pena que este aquí su casa, ¿No?.-dijo con una sonrisa-.

resoplé.

James se bajo y hasta que no entro en su casa no nos fuimos.

-Ahora que estamos solos,¿Que tengo que saber?.-pregunte-.

-No se si estas preparada.-dijo Ian-.

-Dilo o salgo de este coche.-dije-.

-Vale, espera a que lleguemos a mi casa.-dijo-.

-No.-me negué.-No pienso ir a tu casa-.

-¿Por qué?.-preguntó el.-Mi colchón es cómodo, ya sabes.-me guiñó el ojo-.

-Y tu eres un pervertido,¿lo entiendes?.-dije-.

-Da igual, vamos a ir a mi casa.-recalco el mi-.

Llegamos a su casa.

Nos bajamos del coche.

-Entra estas como en tu casa.-dijo Ian con una sonrisa de oreja a oreja-.

El Diario De Kath (ABANDONADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora