-Quiero la localización actual de Regina Price y un informe sobre la enfermedad del este y la quiero en seguida-ordené sentada tras una gran mesa.
-Sí, capitana-dijo un soldado.
-Tú, ¿cuál es tu nombre?-le pregunté a una chica.
-Lexa, capitana.
-Quiero que reclutes a todas las personas posibles que estén dispuestas a luchar y a morir por terminar con la guerra.
-Sí, capitana-dijo la chica desapareciendo tras la puerta.
Logan y yo nos quedamos a solas y me miró preocupado.
-Érica sigue sin hablar y no tenemos noticias de Kalei.
-Mátala, entonces y sírvele su cabeza a Regina.
-Eso es sádico y cruel.
-Entonces será mejor que hable, ¿no crees?
Logan no dijo nada y entonces recordé lo que uno de los soldados me había dicho el día de mi regreso a la cueva.
-Me han dicho que tuviste un altercado con la chica, espero que todo esté solucionado.
-Sí, por supuesto-dijo Logan tragando saliva.
-Bien, quiero a dos ingenieros aquí cuanto antes.
-¿Es sobre el plan Xego?
-Sí.
-Sigo pensando que es una locura, Kara.
-Bien, ¿algo más?
-No.
-Entonces ve y tráemelos.
Logan se enfadó bastante ante mi actitud, pero no estaba dispuesta a ceder ante él y él no quería arriesgarse a volver a desobedecerme, sabía que no era una buena idea y menos en la situación en la que nos encontrábamos. Cerró la puerta tras de sí y un mensajero entró en la sala con una carta.
-¿De quién es esto?
-De Regina Price, se lo dio a unos vigilantes a las afueras del perímetro-dijo con un tono serio.
Cogí la carta, las letras R y P se dibujaban hermosamente sobre el papel beige en una caligrafía dorada muy cuidada, sabía que Regina era una perfeccionista así que aquello no me sorprendió. Cogí la carta en las manos y su textura rugosa acarició las yemas de mis dedos. Abrí lentamente el sobre y devoré con la mirada la carta en la que decía: Donovan ha desaparecido, temo por su vida, hagamos una tregua, le quiero con vida y necesito tu ayuda.
-Mierda,-susurré-esto es lo último que necesitaba.
El mensajero me miró confuso y comencé a escribir en un pequeño pedazo de papel: Donovan es cosa tuya.
-Entrégaselo al guardia de Érica y dile que la envíe hasta Regina.
-¿Liberar a una rehén?
-No veo porqué no, confío en que Regina sabrá apreciarlo y no tomará tantas represalias cuando lea mi carta.
-Sí, capitana.
-Gracias.
El hombre de piel morena y rostro afable salió corriendo de la sala y me quedé a solas con mis pensamientos, algo que odiaba porque recordaba la muerte de Ian y no quería pensar en eso, sin embargo volví a mirar la carta de Regina y un agudo dolor atravesó mi cabeza haciéndome caer de rodillas. Llevé mis manos hasta mi nuca y grité del dolor, sin embargo para cuando terminó mi mente se quedó en blanco y al releer la carta todo parecía difuso, confuso e irreal, como si acabase de despertar de un sueño, las letras bailaban excepto por una palabra, Donovan, sin embargo ya no podía crear su imagen en mi cabeza, como me había pasado con Ian, a excepción de que podía recordar lo que había vivido con él, ¿cuánto más seguiría perdiendo la memoria?
-Príamo...-susurré.
··· ···
-Kara, he encontrado a dos chicos que creo que pueden serte útiles-dijo Logan asomándose a la puerta.
Le hice una seña y los tres entraron en la habitación.
-Me llamo Kara Rogers,-dije habiendo recordado mi apellido-lo que os voy a pedir no es nada fácil, Logan, déjanos solos.
El chico pelirrojo asintió y los dos chicos se miraron el uno al otro.
-¿Qué edad tenéis?-pregunté sentándome al borde de la mesa.
-Ambos tenemos veinticuatro-dijo uno de los chicos.
Ambos eran altos, bastante más altos que yo y parecían tener una extraña complicidad, uno de los chicos era moreno y en su oscuro rostro sobresalían dos grandes ojos castaños, su pelo cortado al cero resaltaba sus pómulos y dejaba bien visibles sus facciones. El otro sin embargo era muy pálido, con el pelo negro ceniza y con unos ojos negros bastante profundos, sus labios carnosos esbozaban casi una tímida sonrisa nerviosa y sus manos temblaban de nervios o excitación. Me paré a observarles bien y me crucé de brazos.
-¿Cómo os llamáis?-pregunté finalmente.
-Hároded-dijo el chico moreno-pero puedes llamarme Haro.
-Hároded está bien,-dije-¿y tú?
-Elian, Elian Hope, del clan Askan.
-¿Clan?-pregunté.
-Los primeros Walnes Dorados nos dividíamos en clanes, yo soy de uno de los clanes del Norte, el clan Askan fue el primero y el más respetado, varias familias forman este clan, entre ellas la familia Price.
-Entiendo, pero aquí no hay clanes, así que puedes olvidarte de tu rango.
-Sí, señora.
-Capitana, en realidad.
-Capitana-dijo el chico con más seguridad.
-¿Logan os ha dicho para qué os requería?
Ambos chicos negaron con la cabeza y les invité a tomar asiento mientras sacaba de uno de los cajones un gran mapa de todo el estado pero con una gran cantidad de detalles.
-Vamos a prepararnos para la guerra,-dije-y este es el primer paso.
··· ···
-¡Lexa!-gritó Logan-¡Espera!
-¿Otra vez tú? Si llego a saber que eras tan pesado no te hubiese salvado la vida-dijo la chica con cierta condescendencia.
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•Moonrise•
Science FictionEn un futuro distópico, el mundo se ve sumido en una guerra de la que difícilmente se va a librar. La ciencia (con un fin bélico) intentará crear humanos que entiendan a los animales, pero algo sale mal y son los humanos los que se convierten en fer...