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-Deprisa, Logan-susurré ocultándome tras un árbol.
 Los dos soldados enemigos permanecían serios en medio de la carretera. De vez en cuando se miraban y se hacían un gesto en señal de que todo estaba bien. 
Logan y yo estábamos en nuestros puestos e Ian permanecía sobrevolando a los guardias.
 Un rugido sonó de entre los árboles y la silueta de Donovan convertido en pantera se asomó siendo completamente visible para los soldados que le vieron al instante. Dijeron un par de palabras en otro idioma y salieron corriendo tras él a gran velocidad. Donovan mantenía una distancia prudente a ellos, pero pronto los disparos empezaron a sonar.
-Esto ha sido una mala idea...-susurré.
-No hay tiempo para lamentarse, es la señal...-dijo Logan corriendo hacia el pueblo.
 Le seguí de cerca temiendo por la vida de Donovan y miré a Ian que nos iba indicando el camino hacia el este. Le seguimos ocultándonos tras las casas derruidas y las aceras llenas de profundas grietas. Todo aquello estaba lleno de polvo y de recuerdos carbonizados, mientras seguía a Logan me paré delante de un edificio desmoronado que ya no tenía techo ni nada que lo sustentase, de entre los escombros vi algo brillar, me aproximé poco a poco intentando mantener el equilibrio entre las vigas y los ladrillos desmenuzados y sentí como todo se ralentizaba al ver el objeto que había brillado tanto en la lejanía. 
 Recogí el marco de fotos y lo limpié con sumo cuidado, la plata pronto comenzó a relucir y una foto de un grupo de niños apareció tras las cenizas. Observé bien la foto, había algo familiar allí, algo extraño, sin embargo no pude determinar qué era. Miré a mi alrededor, parte del edificio se mantenía en pie como malamente podía a pesar de que estaba a punto de caerse. Pero aquella foto, podía reconocer las caras de muchos niños de allí, incluso... Mi cara.
-¡Kara, cuidado!-gritó la voz de Ian a mis espaldas.
 Un fuerte golpe me sacudió y ante mis ojos vi cómo el edificio empezaba a desmoronarse provocando un ruido atroz y una nube de polvo que cubrió toda la zona. Tosí fuertemente y observé que la foto seguía en mi mano. Abracé el marco y vi a Ian mirándome confuso, no entendía qué había pasado, pero me abrazó con fuerza al ver que estaba bien y empezó a limpiarme el polvo de la cara.
-Podrías haber muerto...-dijo Ian con la voz temblorosa.

-Siempre estarás para salvarme, ¿no?-le pregunté sin esperar respuesta.
 Besé los labios de Ian con fuerza y me agarré a él que me levantó en brazos y me sacó de allí.
-Debemos darnos prisa...-dijo dejándome en el suelo.
-Claro-dije observando que Logan lo había visto todo.
 Me ruboricé mientras el pelirrojo sonreía y los tres seguimos caminando con paso rápido hasta el este del pueblo. Sentimos las voces de los militares enemigos y nos ocultamos en una de las casas derruidas, iban hacia el edificio que segundos antes se había caído.
-Deprisa-dijo Logan saliendo de la casa corriendo.
 Le seguimos de cerca, pero la mano de Ian me retuvo un instante y me empujó hacia él.
-Sí, siempre...-dijo mientras me besaba en los labios con ternura.
 Me quedé desconcertada, pero Ian tiró de mí y seguimos corriendo, unos disparos volvieron a sonar esta vez más cerca, sin embargo no se debían a nosotros. Me preocupé por Donovan pero había sido imposible decirle que no, sabía que era valiente, pero no un suicida. 
-¡Mirad!-dijo Logan interrumpiendo mis pensamientos-Está ahí.
 Vimos la casa en ruinas con el pequeño poste en el porche con el lazo blanco. Los tres nos miramos y Logan y yo corrimos hacia la casa, sin embargo Ian se quedó fuera mirándonos.
-¿Qué ocurre?-pregunté desconcertada.
-Debo buscar a Donovan-dijo Ian.
-Pero...
-Debo hacerlo, no podemos dejarle solo...-dijo Ian cargando su pistola.
-Ian, espera,-dije mientras me acercaba a él-ten cuidado...-susurré.
-Lo haré...-dijo besando mi frente y desapareciendo tras las ruinas.
-Kara, será mejor que entremos ya antes de que alguien nos vea-dijo Logan.
 Seguí mirando la calle vacía por la que Ian se había ido y casi por inercia miré a Loga, él me tendió su mano y subí las escaleras del porche gris hecho añicos. Los dos entramos dentro de la casa, pero todo estaba sumido en la oscuridad y a duras penas podía verse nada.
-¿No podemos encender una luz o algo?
-No va la corriente...-dijo Logan activando los interruptores.
-Será mejor que busquemos algo que nos ayude a saber dónde están los del norte ahora, tiene que haber alguna pista por aquí.
-Está bien, empecemos a buscar-dije finalmente.
 Cogí la foto que llevaba en la mano y la dejé sobre una estantería, Logan se fijó y vino hacia mí.
-¿Qué es esto?
-Es una foto, Logan...-dije queriendo sacarle importancia.
-No soy idiota, pero digo, ¿por qué la has cogido?
-Salgo ahí...

-¿En dónde?
-La del vestido rojo... Soy yo...-dije señalándome de entre todas las niñas y niños que allí había.
-¿Estabas en un orfanato...?-preguntó Logan mirando el letrero del orfanato que ponía al fondo.

-Sí, ya ni siquiera me acuerdo... Es como si me hubiesen borrado la memoria por aquella época. Cuando me llevaron al laboratorio... Casi no recuerdo la vida antes de eso-dije pausando mi voz.
-Kara, ahora eres libre...
-Todavía no, ojalá pudiese volver a aquella época...
-Fue cuando empezó la guerra...-susurró Logan-Mira la fecha, 2163.
-2163...-susurré-¿en qué año estamos?
-2178, Kara.
-Tengo 19 años entonces, más o menos...-susurré.
 Logan dejó la foto en la estantería y me abrazó, empapé su ropa militar con mis lágrimas pero a él no pareció importarle.
-Será mejor que sigamos buscando...-susurró.

 Asentí sin decir nada y caminé por el pasillo de la casa, todo permanecía casi intacto, las fotos de algunos rostros desconocidos me parecieron hermosos, sus miradas parecían alegres en el momento de la foto y todos parecían felices, me pregunté si algún día yo sonreiría así también.
-Kara, deberías mirar esto-dijo Logan llamándome desde el salón.
 Caminé hacia el salón, Logan tenía una carta en la mano que ya había sido abierta, tenía el rostro desencajado y la mirada sin expresión.

-Logan, ¿qué ocurre?-pregunté casi con temor.
-¿Quieres leerla o te la leo yo?
-Tú, venga...
-Está bien...-Logan aclaró su voz y empezó a leer acercándose a un pequeño claro de luz que entraba tras una ventana-Nos han pillado, hemos tenido que abandonarlo todo y disolvernos por el mundo, aunque éste ya no es un lugar seguro. No enviéis a nadie más al norte, allí sólo hallarán nieve y muerte. El fin del mundo ha llegado y no podemos hacer nada para evitarlo, mucha suerte compañeros. Regina, comandante de los Walnes Dorados.
-Estamos perdidos...-dije sentándome sobre el suelo debido a mis piernas temblorosas.
-No, Kara,-dijo Logan con la voz temblorosa sin poder mirarme a los ojos-estamos muertos.


•Moonrise•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora