Nos seguían de cerca, era inútil, helicópteros, militares, los gritos de Montez a lo lejos. Era el final, aquello se acabaría allí mismo y no volvería a ver a Donovan ni a respirar aire puro, aunque ahora éste se me atragantaba en mis pulmones. Sentí disparos, demasiados, quizás ya habrían matado a muchos de los míos, quizás me matarían a mí también aunque mi sangre fuese diferente. Quizás nada me salvaría ahora.
Donovan y yo corríamos a más de cincuenta kilómetros por hora, en verdad nuestros animales eran mucho más rápidos que los de otros. Pero los que eran aves tuvieron más suerte.
La nada parecía no acabarse nunca y uno de los helicópteros nos localizó. Miré hacia éste y vi cómo un hombre nos apuntaba.
-¡Donovan, cuidado!-grité mientras le empujaba.
El helicóptero había seguido y había perdido nuestra pista pues Donovan, Logan y yo caímos por una colina algo empinada y vimos cómo un largo río se dibujaba ante nosotros, el brillante río atravesaba la nada y su final no podía verse desde donde estábamos. Los tres nos miramos nerviosos pero no había otra opción.
-¿Sabes nadar?-le pregunté a Donovan mientras cogía aire.
-No.
-Es la única salida...-dije mientras sentía las voces de los militares cerca y el sonido del helicóptero sobrevolando la zona.
-Tú no lo has pensado bien...-dijo Donovan transformándose en humano.
-Lo he hecho, vamos-me transformé en humana y cogí a Donovan de la mano.
Logan seguía sobre su hombro gritando que aquello era una mala idea pues ninguno sabía nadar, pero realmente no podíamos hacer gran cosa. Sentimos más disparos a lo lejos y rugidos de animales luchando, pero luchar era en vano pues no teníamos armas.
Miré el río y sin pensarlo me metí en este, sentía la corriente tirar de mí, pero al menos hacía pie cerca de la orilla, le hice un gesto a Donovan y Logan y ambos se metieron en el agua sin pensarlo. Logan, ya transformado, se quejó de lo fría que estaba el agua y de forma torpe los tres empezamos a nadar ayudados por la corriente que cada vez tenía más y más fuerza.
Vi a Donovan algo nervioso y observé que uno de los helicópteros se había alejado de nosotros.
-¡Están en el río!-gritó la voz de Alia a nuestras espaldas.
-Juro que la mataré-dije a duras penas mientras intentaba nadar.
Observé que el río comenzaba a inclinarse de tal forma que sentí que de alguna manera estábamos sobre una pendiente. El frío del agua me calaba los huesos y cada vez era más difícil nadar, pero al menos el río nos llevaba a gran velocidad y nos daba una gran ventaja.
Llegó un punto en el que ya no podíamos nadar, las aguas había embravecido y sólo podíamos limitarnos a respirar y mantener nuestras cabezas fuera del agua, aunque yo casi ya no podía ni hacer eso. Mi cuerpo fue sacudido y grité el nombre de Donovan, el agua me había cubierto por completo y sentí el miedo llenarme los pulmones a falta de aire. Empecé a agobiarme pues no era capaz de salir a la superficie por mucho que intentase nadar hacia ella completamente desesperada por coger aire, ¿cuánto había pasado ya? Jamás había aguantado la respiración de aquella manera y de pronto todo comenzó a volverse oscuro.
Donovan gritó mi nombre y sentí cómo algo agarraba mi cuerpo, otra sacudida más violenta me sacó de allí hasta la superficie y cuando abrí los ojos vi cómo Logan me sostenía.
-¡Mirad aquello!-gritó Donovan a escasos metros de nosotros.
El río comenzaba a acabarse, casi habíamos llegado al mar, pero todavía se oían a los militares a lo lejos, sin embargo, el río nos había llevado hasta una especie de bosque.
-Debemos parar aquí-dijo Logan.
-¿Cómo?-preguntó Donovan.
Logan se agarró a mí con fuerza y se transformó para subirse a mi cabeza, no entendimos qué hacía, pero Logan saltó hacia la orilla planeando con sus membranas. Al aterrizar se convirtió de nuevo en humano y buscó algo para lazarnos, pero el tiempo comenzaba a agotarse, si salíamos del bosque seríamos una presa fácil.
Logan nos adelantó y cogió una enorme rama del suelo, esperó en la orilla a que pasásemos y ambos nos sujetamos bien fuerte a la rama. Logan no tenía demasiada fuerza y la rama empezaba a resbalarle de entre las manos. Poco a poco la tierra fue cediendo bajo sus pies, agarré la rama y me fui desplazando hasta intentar llegar a la orilla, pero Donovan todavía intentaba aferrarse con fuerza a la rama pues sus manos se deslizaban por ésta constantemente.
Logan me tendió una mano y conseguí llegar hasta la orilla. Con la respiración agitada me tendí sobre el suelo boca arriba y pasé mis manos por mi cara.
-¡Donovan! ¡Vamos!-gritó la voz de Logan.
-¡No puedo, Logan!
Me levanté e intenté ayudar a Logan, pero algo iba realmente mal, Donovan nos miró con tristeza y sin decir nada soltó la rama, aquello pasó a cámara lenta para mí. Vi el cuerpo de Donovan arrastrado por la corriente y los gritos de Logan llenando el silencio. Logan siguió corriendo por la orilla tratando de alcanzarle, yo también le seguí, pero había sido inútil. El cuerpo de Donovan se había sumergido en el agua oscura, Logan se quedó en silencio y cayó de rodillas sobre la tierra.
-¿Por qué ha hecho eso?-preguntó Logan en susurros.
-No lo sé, Logan, pero será mejor que nos vayamos antes de que nos encuentren. Sino su sacrificio no habrá servido para nada.
-Yo... Era mi mejor amigo... Bueno, el único que he tenido.
-Ahora también me tienes a mí,-dije apoyando mi mano en su hombro-es hora de irnos.
Logan se transformó y subió a mi hombro, mi ropa estaba completamente mojada y destrozada, aún así debíamos seguir nuestro camino. Nos adentramos en el bosque en dirección oeste, cada vez era más espeso y el cielo ya no se alcanzaba a ver bajo la arboleda.
Caminé un buen rato, pero el tiempo pasaba tan lento que no pude determinar cuánto había pasado, de pronto Logan clavó sus uñas en mí.
-¿Qué pasa?
-He sentido algo-contestó en susurros.
-No oigo nada...
-Estamos en peligro,-dijo Logan-será mejor que te transformes.
Obedecí a Logan y ambos nos quedamos expectantes, no se oía nada, pero aquello era justo lo que pasaba. Ni helicópteros, ni disparos, ni voces. Mis orejas de leopardo escucharon algo que hasta a aquel momento no había podido apreciar.
-Están aquí...-susurré.
Unos arbustos se movieron y una sombra apareció tras ellos.
-Calma, número 11...-dijo la voz-Sólo soy yo, Montez.
La oscuridad envolvía al científico, noté las garras de Logan en mi lomo casi temblando.
-Ambos sabemos que tú no sabías nada de esto, vuelve voluntariamente y te perdonaré la vida-dijo acercándose cada vez más a mí.
-Quiero respuestas.
-Verás, esto no es negociable, tu vida o tu muerte, es así.
-Pero me necesitáis con vida.
-Eso es cierto, el Estado ya ha perdido demasiado dinero esta noche.
-Hay alguien más aquí...-susurró Logan.
-¿Está Alia aquí?-pregunté nerviosa.
-Sí, número 11, Alia está conmigo.
-Muéstrate, Alia-grité.
La mujer apareció al lado de Montez con una pistola.
-No le apuntes a la cabeza,-dijo Montez-se acabó, número 11. No tienes escapatoria.
-Os mataré a ambos,-susurré-lo juro. Logan...-susurré aún más bajo-huye...
-No sin ti, Kara.
Logan se bajó de mi lomo y corrió hacia Alia, se colocó tras ella y en un gesto rápido cogió su pistola. Montez sacó otra y apuntó a Logan, éste apuntaba a Alia.
-Suelta la pistola, chico-dijo Montez.
Me transormé en humana y me quedé enfrente a Montez.
-Es a mí a quien quieres, deja que se vaya.
-No puedo permitirlo, sabéis demasiado y si no volvéis pues... Os mataré-dijo Montez con una voz tétrica y nerviosa.
Me acerqué a ellos y cogí la pistola de Logan poniéndome delante de él.
-Esto se acaba hoy, Montez...-susurré-Mataré a Alia si no dejas que Logan se vaya, juro que me iré contigo si lo haces.
-Amenazarme con matar a Alia...-dijo Montez entre dientes-Tú no matarías a nadie, número 11.
-Podría hacerlo.
-Entonces hazlo.
-¿Qué?-preguntó Alia llena de miedo y confusa.
Pegué la pistola a su nuca y miré a Montez con fiereza.
-Christopher, ¿qué se supone que haces?-preguntó Alia desesperada.
-Logan, vete-le dije y esta vez, Logan no lo dudó ni un instante.
-Te dije que no podrías matarla, ¿no entiendes que hay militares cubriendo toda la zona?
-Pues será mejor que pidas refuerzos, porque como ya te he dicho, esto se acaba hoy.
Disparé a Alia en la pierna y ante la confusión del disparo tiré a Montez al suelo mientras me transformaba. Intentó apuntarme con la pistola pero entonces mordí con fuerza su brazo y noté cómo éste se desgarraba en mis dientes. La sangre sabía extraña, como a sal y a óxido, seguí mordiendo su brazo y Montez gritó de dolor. Me transformé y cogí las dos pistolas apuntando a ambos. Disparé a Montez en una pierna y éste comenzó a gritar de dolor al igual que Alia lo hacía.
-No os olvidéis, yo soy vuestra enemiga-dije recordando las palabras que un día Montez me había dicho.
Eché a correr tan rápido como pude gritando el nombre de Logan. La sangre de Montez seguía en mi boca, lo que me provocó algunas arcadas, sin embargo debía encontrar a Logan, no sabía si estaba o no en peligro. Pero el chico no aparecía, de pronto una mano me sujetó y apunté con la pistola. Unos ojos verdes permanecían clavados en mí y bajé las armas.
-Donovan-susurré.
ESTÁS LEYENDO
•Moonrise•
Ciencia FicciónEn un futuro distópico, el mundo se ve sumido en una guerra de la que difícilmente se va a librar. La ciencia (con un fin bélico) intentará crear humanos que entiendan a los animales, pero algo sale mal y son los humanos los que se convierten en fer...