Entrecerré los ojos y me desvanecí, solo me quedé con su figura borrosa mientras caía al suelo. Sentí el olor del pasto húmedo en mi mejilla y una suave mano tomando mi cabello.
Flashes llegaron a mi cabeza, la vez en que Melody me gruñía en el baño de su escuela, y las veces que gruñía en la cama mientras la hacia mía. Sus pequeños labios y sus horrendas cicatrices. Sus ojos grises y su maquillaje corrido.
Cuando desperté las luces blancas me hicieron bruñir; me senté en la cama y pude notar que estaba en mi departamento, semi desnudo. Lo único que tenia eran un boxer azul y mi cuarto apestaba a alcohol. Oí unos pasos y bajé para ver al intruso. Tropezándome con mi ropa en el suelo pude ver a Emma con una camisa mía, movía su trasero al compás de la música de sus auriculares y solo pude sonreír.
Ella se dio la vuelta y me sonrió.
-¡Ya despertaste! Intenté preparar el desayuno pero esta estufa es muy diferente a la mía. - se sonrojó un poco y siguió con lo suyo
-¿Qué pasó ayer?
-¿Oh, por favor! ¿Me vas a decir que no recuerdas nada? Fue una de las mejores noches de mi vida cariño
-¿Y Melody?
-¿Melody? Oh, de ella ya no te preocupes más. Da el trabajo por concluido.
Quedé en shock, pero no podía responder de una manera explosiva, tenia que ser más inteligente que ella. Así que me contuve, y solo mordí mis labios.
-¿Qué hiciste con ella?
-No es algo que te incumba Miller, tu trabajo terminó.
Subí al cuarto por algo de ropa y ella me siguió, antes de poder tomar mis pantalones ella me abrazo por detrás y tuve una sensación bastante desagradable, ya no quería sus abrazos, la odiaba, odiaba los sentimientos extraños que me hacia sentir.
Solo seguí, evitando que el abrazo se volviera prolongado, tome mi camiseta y me vestí rápidamente.
-¿No te ducharás?
-Tengo que salir, cuando te vayas de la casa asegúrate de cerrar bien la puerta. Por cierto, terminamos.
Cerré la puerta y salí sin más.
Volví al bosque, y busqué rastros. Aunque sabia que Emma era experta en esconder delitos. Ella era perfecta mintiendo. Pero también tenia una debilidad, ella odiaba la sangre, todos sus trabajos eran muy limpios; y Melody tenia cientas de heridas en el momento en que la vi. Emma definitivamente no hubiese aguantado tocarla. Yo no era ninguna persona de fé, no era alguien religioso; mucho menos con esperanzas. Pero esa noche llegó a mi, recé porque Melody estuviese bien.
Encontré la vieja cabaña; pero dentro de ella no había nada. Busque por debajo de la cama y en el armario; estaba totalmente vacía. Escuche un estruendo detrás de mi y mi cabeza comenzó a doler. Llevé mi mano a mi cabello, sangre brotaba de ella. Dí la vuelta y antes de que pudiera hacer algo, una pala rebotó sobre mi cuello. Apenas me levanté y otro golpe apareció en mi espalda. Corrí y di la vuelta para mirar, la vista estaba borrosa pero aún así lo pude reconocer.
-Aléjate de ella, ¿no has visto lo que le han hecho? Es todo por tu culpa.
La pala nuevamente llegó a mi estomago y mi boca sangraba. Cerré los ojos y esperé otro golpe pero ya no hubo más. Él se recortó a mi lado y pude percibir su respiración agitada.
-Creí que la salvarías Miller. Tu solo la estas jodiendo.
-Alex, ayúdame a salvarla.
-Eres un idiota.
-Pendejo.
Ambos comenzamos a reír, me ahogaba con la sangre de mi boca pero eso no pudo detener mis carcajadas; y debo admitir que me sentí mejor . Necesitaba esos golpes para poder reaccionar. Ya sabia que no estaba solo.
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Prohibido Suicidarse Enamorado
Dla nastolatkówEncima de la azotea el aire es tan frio y calmado; en algún sitio allí arriba te perdiste en tu dolor. Digo tu nombre en silencio pero tu no deseas escucharlo justo ahora, sueñas con el final para comenzar de nuevo. Los ojos de la ciudad cuentan...