Ella se dio cuenta que no pasó nada, y solo miro el cable maldiciéndolo
-Niña tonta- salí del salón dejándola con la duda
Cuando ella no miraba en la clase, mandé un mensaje, a Tom, el profesor que me había invitado a estudiar ahí, le dije que una alumna corría riesgo y que desconectara todos los aparatos eléctricos que encontrara. Y bueno, funcionó.
Aunque salí del salón satisfecho por saber que ella estaba a salvo, aún tenía miedo por la propuesta que yo mismo me había inventado. Dale, ¿A quién se le ocurre esa propuesta tan estúpida? Aquí el que corría peligro de enamorarse era nada más que yo. Porque Melody era así, ella comía sin tener hambre, besaba sin sentir amor, sonreía sin estar feliz y reía aunque nada le hiciese gracia pero cuando lloraba... Lloraba por todo el dolor que sentía.
Pero bien, amenos ella estaría a salvo, que era lo que importaba y necesitaba estrategias para que esa mocosa terminara enamorada de mí y que no ocurriera todo lo contrario.
Cada día que pasaba me dedicaba a vigilarla, investigaba con quien se juntaba, y que es lo que a ella le gustaba, pero ella no parecía tener un estatus fijo; un día se juntaba con Karla, la chica rubia de enfrente, y al otro con los chicos del equipo de futbol. Y no, no tenía nada que la identificara, lo único que sabía es que su nombre era demasiado cursi para su gusto.
El timbre sonó y yo la espere afuera a unas cuadras de la escuela con mi Munstang, quería verme caballeroso y así descubrir en donde es que vivía.
-Sube, te ves cansada
-Estoy bien, gracias- ni siquiera volteo a mirarme
Me baje del auto, y la tome de la muñeca, la subí a mi hombro y ella solo se movía intentando soltarse mientras yo moría de risa. La acomode y le puse el cinturón de seguridad pasando muy cerca de sus labios, me quede un minuto cerca de sus ojos y mis entrañas se estremecieron. Era tan única.
-Te juro que vas a dejar de gustarme.
-¿Te gusto?
-No cree usted, que es muy raro que un profesor y una alumna estén así, tan cerca- ella comenzó a acercarse un poco más- ¿No es esto un poco prohibido?
Me aleje de ella, arqueando la ceja y cerré la puerta
-¿Dónde vives?
-He dicho que no quiero que me lleves, Sam, quiero bajar ahora mismo
-Y yo he dicho que necesitas un respiro, así que no te dejaré bajar.
-Idiota
-¿Mande?
Ella se volteo hacia mí y me besó, desabrocho lentamente el cinturón y se puso sobre mis piernas, no podía ver nada de lo que ocurría por el camino, pero ese momento era tan perfecto, que no podía dejarlo pasar.
-Ves, puedo hacer que con un simple beso te conviertas en un suicida- bajo de mis piernas
Estacione el auto
-Si un asesino me secuestrara, y te dijera que la única forma de que me salve es que tú mueras ¿Lo harías? ¿Morirías por mí?
-¿Tengo que responder eso? ¿Desde cuándo un secuestrador quiere que una chica se mate? Sería más normal que me viole o algo por el estilo
No respondí y nada y solo la miré directo a los ojos, intentando no ponerme nervioso
-Lo haría... Moriría por ti. Pero y si fuera justo al revés. Si yo fuera la secuestrada y el pidiera tu cabeza exhibida en su sala ¿Lo harías? ¿Morirías por mí?
-No, no lo haría
Ella calló y sus ojos se desvanecieron hacia la ventana
-No son tan estúpido ¿Sabes?- me acerqué a su cuello- yo lo mataría y te salvaría. Yo sería un homicida por ti.
YOU ARE READING
Prohibido Suicidarse Enamorado
Novela JuvenilEncima de la azotea el aire es tan frio y calmado; en algún sitio allí arriba te perdiste en tu dolor. Digo tu nombre en silencio pero tu no deseas escucharlo justo ahora, sueñas con el final para comenzar de nuevo. Los ojos de la ciudad cuentan...