Just A Game

¡Aléjate de mí!

Samantha's POV:
¿¿¡¡QUÉ PASA CON SAMUEL!!??
¿¿POR QUÉ HACE ESTO??
¿¿POR QUÉ NO ME PUEDO MOVER??

Esas preguntas rondaban en mi cabeza mientras los labios de Samuel seguía tocando los míos.

Pero lo más extraño de todo fue... Que estaba disfrutando del beso.

¡¡LO SÉ, ES TOTALMENTE ILÓGICO!! ¡¡NI YO MISMA ME ENTIENDO!!

Poco a poco, nos separamos, cruzamos las miradas y... huí.

Huí lo más rápido que pude con la chaqueta de Samuel. Lo sé, soy una ladrona cobarde.

Pero es que simplemente no podía estar más tiempo junto a él.

Todo es tan extraño. En este tiempo mi visión hacia Samuel cambió. El que al principio me parecía una persona insoportable ahora me parecía alguien leal y confiable. Todo cambió cuando lo conocí un poco más.

Lo único que quiero es ir a mi cama y dormir. Y olvidar esto.

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Samuel's POV:
¡¿QUÉ FUE LO QUE HICE?! Samantha huyó de mí. Debe odiarme en estos momentos.

TODO SE ARRUINÓ, TODO SE VINO ABAJO.

Pero supongo que no es nada que una noche de reflexión no pueda arreglar, ¿verdad?

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Samantha's POV:
No dormí en toda la noche pensando en lo que pasó con Samuel. Y yo que quería olvidar ese suceso.

Cuando bajé a desayunar adivinen quién estaba...

NADIE!!! Ninguna persona estaba en la casa.

Encontré una nota en la cocina que decía:
«Querida hermana:
Mi mamá y yo salimos temprano porque ¡¡NOS VAMOS DE VIAJE!!

Perdón por no invitarte, pero es que es un encuentro de mi antigüa escuela de moda en L.A. y solo pueden asistir los estudiantes y un familiar. Y escogí a mamá en vez de a ti.

Espero que te la pases bien. Bueno, en realidad no.

Besitos♥♥
Gigi»

¡¡GENIAL, ME LIBERÉ DE GIGI!! ¡¡LA CASA ES TODA MÍA!!

Ahora puedo hacer lo que se me da la gana. Bueno, después de ir al puto instituto.

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Me cambié, agarré mi mochila, y recordé que mamá era la que me llevaba al instituto.

Lo sé, ya estoy grandecita para que me estén llevando. Pero es que no tengo todavía mi licencia de conducir y no pienso tenerla por un tiempo.

Y no pienso ir en el autobús de la escuela, prefiero ir caminando.

Así es, me decidí. Voy a caminar. Es algo positivo, ¿no? Tendré la oportunidad de ejercitarme por la mañana.

Entonces, esta vez agarré mis cosas y abrí la puerta con confianza.

Pero adivinen quién estaba en su coche, a punto de partir.

SAMUEL.

- Oye, ¿no vas al instituto? - dijo Samuel

Sinceramente, lo último que quería era verlo. Aunque quería preguntarle sobre su carro.

Al final, la curiosidad ganó.