Capitulo 1

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Me sentia agotada, estaba cansada de correr y correr, pero no podia detenerme debia seguir corriendo y poder escapar de él. Los pies me pesaban y me dolia cada músculo de mi cuerpo tenia la respiración acelerada, mi corazón latia con fuerza y amenazaba con salirse de mi pecho, ya no podia más estabs corriendo demasiado,la adrenalina recorria por todo mi cuerpo y el miedo que sentia me estaba destrozando; mi paso se hacia cada ves más lento y pronto me alcanzaría.

No podia creer que todo esto hubiera pasado, sólo por entrar a un abandonado y sucio local.

*

Había recorrido las calles en busca de un lugar en donde poder pasar la noche, pronto oscurecería y no quería encontrarme afuera cuando llegara la noche, no tenía ningún lugar a donde ir, no tenia dinero, no tenía nada, me sentía sola y triste por toda la mierda que me estaba pasando, pero tenía que seguir adelante no podía dejarme caer, ni darme por vencida.

Camine y camine hasta que encontrar un pequeño local escondido en medio de dos edificios viejos, que al parecer estaban abandonados y estaban apuntó de derrumbarse, me pareció que lo mejor sería resguardarme en aquel pequeño local, estaba escondido, asi nadie podría verme o encontrarme y no se veía tan mal, así que decidí entrar, al entrar al lugar un escalofrío recorrió mi cuerpo estaba oscuro y la poca luz que lograba filtrarse por las ventanas me hacia ver por donde iba y así evitar tropezar; tenia mucho frío y mi atuendo no ayudaba mucho sólo traía una blusa azul y short blanco; decidí buscar un lugar adecuado para acomodarme, al final del local pude ver un pequeño cuarto con dos puertas una corrediza de madera con rendijas ya muy maltratada y casi cayéndose, y la otra entrada que se encontraba a la derecha no tenía puerta tenías que cruzar por un pequeño pasillo.

Me acerque al pequeño cuarto, cuando oí unas voces me acerque tratando de no hacer ruido y que así no notaran mi presencia, así que me escondí detrás de la puerta corrediza de madera donde podía ver que era lo que pasaba, sin que me pudieran ver, lo cual ayudaba mucho que ya hubiera oscurecido; se trataba de una discusión entre dos hombres, los dos eran muy altos casi de la misma estatura, uno de ellos parecía ser un hombre de unos cuarenta años, tenía el cabello corto de color oscuro y era moreno, su rostro reflejaba ira y miraba al otro sujeto con coraje y desesperación, el otro hombre era más joven podría decir que tenia unos diecisiete o dieciocho años su cabello era un poco largo de color castaño el cual le cubría un poco la frente, siendo sincera tenía buen físico se notaba que se ejercitaba, era demasiado guapo; el se notaba mucho más tranquilo. No entendía que era lo que hacían en este lugar.

-Eres un idiota, ¿como es que se te pudo escapar?- dijo el hombre mayor con enojo.

-No es mi culpa, tus hombres no ayudaron mucho ¿sabes?-dijo el castaño de manera desafiante.

-No me importa de quien es la culpa, lo importante ahora es encontrar a alguien más.

-Encontraremos a alguien más para cuando termine la semana.

-Es que acaso no entiendes, el problema es que la necesitamos para más tardar en dos días.-dijo el hombre con ira, en su voz se notaba la desesperación.

-Tranquilizate estoy seguro de que...-el castaño fue interrumpido por el moreno que grito.-¡Callate! eres un idiota, no entiendes nada, no me sirves.

El hombre mayor saco de atrás de su cinturón un arma y apuntó al chico castaño que en cuanto miró el arma su cuerpo se tenso y su expresión se puso seria, no parecía estar asustado si no más bien frustrado; por otro lado yo lleve mis manos a mi boca para tratar de callar el grito al ver el arma, estaba asustada esto se estaba saliendo de control, el moreno podría encontrarme y matarme al igual que al chico.

Encerrada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora