— Ahora si, ahora que ya estoy recuperada verán lo que soy capaz de hacer. Me vengare de ustedes Cárter y Adam.-dije frente al espejo decidida.
Si señores yo hablaba sola. ¿Estaba loca?si.
Habían pasado dos días desde que me había desmallado y había ido al hospital y como ya estaba recuperada era hora de vengarme de esos dos idiotas, lo decidí durante esos dos días no sería fácil ganarse mi confianza pero yo les ayudaría un poco. Ya lo había decidido cuando dije que me vengaría no mentía ellos pagarían todo lo que me habían echo.
Ya estaba lista baje rápidamente para empezar otro día más, me dirigí a la cocina donde se encontraba Lía y Carmen.
Desde que había llegado del hospital Lía se había portado de lo más linda conmigo, en realidad parecía otra, una chica dulce amable y buena, estaba empezando a creer que yo y Lía si podríamos ser buenas amigas. Ella se había portado muy bien conmigo desde aquella plática que tuvimos la vez que había que tenido sacar las enormes bolsas de basura, y desde entonces todo estaba bien entre nosotras. Y Carmen bueno ella seguía siendo la mujer más buena que había conocido.—Hola, buenos días.-dije entrando a la cocina. Carmen estaba preparando el desayuno mientras que Lía estaba sentada en la mesa comiendo una tostada.
—Hola niña.-dijo Carmen que aun seguía dándome la espalda debido a que estaba cocinando.
—Hola Hal.-dijo Lía, con una sonrisa.
—Lía necesito tu ayuda.–dije con emoción recargando las palmas de mis manos en la mesa.
—Claro de que se trata.-dijo emocionada y bien dispuesta.
Me senté junto a Lía y tome una manzana del frutero que se encontraba enfrente.—venganza.-dije con una sonrisa maliciosa y dándole una mordida a mi manzana.
Lía rápidamente entendio de que estaba hablando.-vale, ¿que traes en mente?.
—Ya lo verás.-dije para después tomarla de la muñeca y sacarla de la cocina.
—¿De qué hablan niñas? —preguntó Carmen dandose la vuelta para ver cómo salíamos.
—de nada.-gritamos al unísono para después salir de la cocina.
Lleve a Lía a la sala, la casa estaba vacía pues todos los hombres de Frank no estaban eso incluía a los dos idiotas, así podría planear mejor mi venganza contra ellos dos. Nos sentamos en un sofá grande.
—bien ¿y que haremos?.-pregunta Lía.
No puede evitar que en mi rostro se formará una sonrisa maléfica. Cárter y Adam dense por muertos.
Después de contarle todo mi plan a Lía era momento de poner todo en marcha sólo teníamos que esperar hasta la una de la madrugada, ¿por que? Pues por que, no quería que hubiera testigos, si, era mala.
—¿Todo está listo?-pregunté a Lía a lo cual ella me sonrío de manera perversa.
—Claro tengo todo listo.
—Genial, ¿y tienes lo que te pedí?.-pregunté. Sin ello no podíamos continuar con la venganza.
—Aquí está.–dijo mostrándome el pequeño frasco.–perfecto.
Por fin había llegado la hora, Lía y yo nos levantamos exacto a las doce de la noche y salimos de la habitación cada una a su destino, claro que lo primero que teníamos que hacer era ir a la cocina por dos vasos de agua, al llegar a la cocina le agregamos una cuantas gotas del líquido del pequeño frasco a cada uno de los vasos con agua y nos dirigimos a las habitaciones de los chicos. Yo iría a la habitación de Cárter y Lía a la de Adam.
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Encerrada.
RomansaEsta es la historia de Hally Corput una chica de dieciséis años que debido a la gran cantidad de problemas que se presentaron en su vida y con su familia se ve obligada a escaparse de su casa escapando del pasado y del tormentoso presente, esto para...