—Hally necesito tu ayuda con esto. –dijo la pelinegra quejándose mientras cargaba un enorme cesto de ropa sucia.
Me acerqué a ella y la ayude a llevar el cesto con la ropa sucia de todos los hombre que vivían en la mansión, llegamos al cuarto de lavado y dejamos el cesto en el suelo.
—Gracias. –Lía me dio una sonrisa y yo le devolví el gesto.—No hay de que.
—Hoy me toca lavado así que tu te encargará de las habitaciones. –dijo Lía.
—De acuerdo.
Salí del cuarto de lavado y me dirigí a la planta de arriba al llegar me puse en marcha y limpie las habitaciones no podía creer que los chicos fueran tan desordenados era un verdadero desastre cada habitación bueno la mayoría de ellas.
Solo me faltaban unas pocas habitaciones entre ellas la de Cárter así que para mi pesar me dirigí a su habitación. Toque la puerta con un leve golpe pero al no escuchar respuesta supuse que había salido así que entre. Lo peor que pude a ver echo fue entrar a su habitación.
Ahí estaba Cárter solo con unos bóxer, tenia su cabello mojado y las gotas de agua resbalaban por su pecho desnudo y bien definido, tenia mis ojos abiertos como platos y sentí mi cara arder. Mierda de seguro parecía un tomate.
Cárter me miro con los ojos abierto, reaccione y cerré la puerta de nuevo. Lo bueno es que solo lo vi en bóxer y no desnudo.
Eso te gustaría cierto.
¿Que? No, maldita conciencia pervertida.
Me quede parada en la puerta por no se cuanto tiempo. Vamos Hally no fue para tanto reacciona. Tal vez tenía razón no era para tanto pero yo nunca había visto a un hombre casi desnudo. Era traumatizante para mi, y más si había visto a semejante dios griego. Parecía un dios era demasiado atractivo, debería ser un crimen estar así de bueno. ¿Pero que pasa conmigo?
Cárter abrió la puerta ya con un pantalón color negro puesto aún no traía camisa pero me conformaba con que llevará pantalones.
—¿Qué haces aqui? –preguntó serio.
—Vine a limpiar tu habitación. —masculle nerviosa.
—¿Y por eso entraste sin antes tocar la puerta?
—Si lo hice pero tu no escuchaste eso no es mi culpa. –dije cruzandome de brazos con mi rostro fruncido.
—Aja claro pervertida. –dijo con una sonrisa en su rostro.
—No me llames así. –masculle.
—Eso es lo que eres una pervertida. –dijo divertido.
—Y tú eres un idiota.
—Entonces admites que eres una pervertida que solo fue a espiarme.
—No, no lo soy, tú maldito chico estupido. –Cárter podía desesperarme tan fácilmente. –tú me dejaste traumatizada, era inocente hasta que tuve que verte casi desnudo.
Cárter solto una fuerte carcajada. —¿tú una inocente?
—Argh muévete, a un lado idiota, que tengo que seguir limpiando.-lo empuje lejos de mi camino y entre a su habitación; él cerro la puerta y se cruzó de brazos observándome.
—Qué mal educada eres. –dijo sin apartar su mirada de mi.
Le voltee los ojos y me dispuse a seguir con mi trabajo pero podía sentir la mirada de Cárter en todo momento observando cada movimiento que hacia. Y me estaba poniendo nerviosa.
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Encerrada.
RomanceEsta es la historia de Hally Corput una chica de dieciséis años que debido a la gran cantidad de problemas que se presentaron en su vida y con su familia se ve obligada a escaparse de su casa escapando del pasado y del tormentoso presente, esto para...